El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, anunció este viernes 8 de mayo que debido a la disparada de casos de Covid-19 decidió prolongar la cuarentena hasta el 31 de mayo en el estado, ignorando las presiones del presidente de Jair Bolsonaro, contrario al confinamiento."Me gustaría dar una noticia diferente (...), pero el escenario es desolador, tenemos que prorrogar la cuarentena hasta el 31 de mayo", dijo Doria en rueda de prensa.
Sao Paulo, el estado más rico y poblado de Brasil con 45,9 millones de habitantes, se ha convertido en el epicentro de la pandemia en el país, con cerca de un tercio de los más de 135.000 casos y de 9 mil muertes que registra Brasil.
Doria había declarado una cuarentena parcial el 24 de marzo, que fue prorrogada varias veces. Hoy tenía previsto anunciar condiciones para lanzar un plan de flexibilización y recuperación económica que sería aplicado de forma sectorial a partir del 11 de mayo. Pero el gobernador optó por prolongar el confinamiento, debido a que en las últimas semanas no fue respetado cabalmente, provocando un aumento del número de casos de la enfermedad.
"Estamos atravesando el peor momento de esta pandemia, sólo no ve quien está ciego por el odio o por la ambición personal", enfatizó Doria. También el estado de Río de Janeiro había desafiado las indicaciones del presidente Bolsonaro, reforzando en los últimos días medidas de cuarentena.
El jueves, Bolsonaro fue, sin invitación previa, al frente de un grupo de empresarios hasta la sede de la Corte Suprema en Brasilia para cuestionar las cuarentenas declaradas en Sao Paulo, Rio de Janeiro y la mayoría de los estados brasileños, avaladas por ese tribunal.
Pandemia y Bolsonaro, un cóctel desastroso para Brasil
"Sabemos que tenemos el problema del virus, que tenemos que preservar vidas, pero tenemos un problema que cada vez nos preocupa más: el tema del desempleo, el tema de que la economía deje de funcionar. El efecto colateral del combate al virus no puede ser más perjudicial que la propia enfermedad", declaró el presidente.
Junto a él, el ministro de Economía, Paulo Guedes, advirtió que las medidas de aislamiento podrían un "colapso" económico y social, con desabastecimiento de alimentos en un plazo de 30 días.
Bolsonaro no pierde oportunidad para desafiar las medidas restrictivas que hasta el ministerio de Salud de su gobierno recomienda. Este viernes 8 de mayo el presidente aseguró en tono de broma que mañana “cometerá un crimen”, pues tiene pensado celebrar un “churrasco”, un asado en su casa para 30 personas, en donde habrá un partido de fútbol, pero no alcohol, pues "la primera dama pondría a todo el mundo a correr".