Ucrania tiene algo en común, para varias familias argentinas que buscaron en las posibilidades que brinda el país para subrogar vientres, la chance de ser padres. Es el destino al que quieren volar unas 17 familias, desafiando la pandemia, en busca del hijo que nació, o está por nacer, y no pueden. Pero también es el lugar del que quieren regresar otras cuatro que sí lograron llegar a tiempo para recibir a su hijo o hija cuando los atrapó la crisis sanitaria, al otro lado del Atlántico. Unos y otros buscan cruzar un puente que no existe todavía.
Cada drama es particular. Para las cuatro familias que buscan volver desde Ucrania, se trata de proteger a sus hijos recién nacidos hasta que puedan conseguir un vuelo de regreso. Son seis bebés en total y ninguno de ellos cuenta con la cobertura médica de sus padres y hermanos porque muchas familias viajaron juntas a recibir al bebé que nació después de que salieran del país, según denuncian desde el otro lado del Atlántico, mientras solicitan ayuda.
Los recién nacidos no cuentan con la cobertura médica de sus padres y hermanos porque muchas familias viajaron juntas a recibir al bebé que nació después de que salieran
Algunas de esas familias, con las que pudo hablar PERFIL, no se sienten del todo cómodas con la elevada exposición que ganó su caso en la prensa durante los últimos días. Sienten que se hizo demasiado hincapié en la subrogación de vientres por sobre su difícil realidad. "Para nosotros, son nuestros hijos, y como cualquier madre va a querer que su hijo recién nacido tenga médicos —explica uno de ellos a PERFIL—. Nuestros hijos cumplen dos meses y viene la fecha de las vacunas. Acá cuestan 400 euros, son carísimas y nos estamos haciendo cargo de todo."
En total, son 27 los argentinos varados en Ucrania, incluidos los seis grupos familiares. A ese conjunto, se plegaron otros dos varados en Moscú. Aseguran que no recibieron asistencia económica por parte de la representación argentina en aquel país. Y que solventan como pueden, al igual que otros miles de argentinos, todos los gastos en euros de alojamiento y comida, más el 30 por ciento. También lo que corresponde a los remedios que pueden necesitar sus hijos.
En total, son 27 los argentinos varados en Ucrania, incluidos los seis grupos familiares. A ese conjunto, se plegaron otros dos varados en Moscú
Desde el extremo opuesto del puente, hay 17 familias que piden volar a Ucrania en busca de sus bebés. Es el caso de José y Flavia, un médico y una trabajadora social que solo conocen a su hijo de un mes de vida a través de videos y fotos por Whatsapp. Su caso cobró notoriedad esta semana a través de una serie de notas en los medio. Como ellos, hay otros tres en igual situación. El resto tiene las fechas marcadas en el calendario con la esperanza de vencer las restricciones de la pandemia y llegar a tiempo.
En el caso de estas familias, también se trata de proteger a sus hijos nacidos o con fecha cercana, aunque el único aliciente es que ellos se encuentran todavía bajo cuidado médico en nurserys. Hay padres por todo el mundo que comparten su misma angustia, repartidos por diversos países europeos, como España. Pese a estar más cerca, tampoco lograron alcanzar Ucrania.
Hay 17 familias que piden volar a Ucrania en busca de sus bebés. Es el caso de José y Flavia, que solo conocen a su hijo de un mes a través de videos y fotos por Whatsapp.
Desde la Cancillería explican que el primer obstáculo que tienen que vencer es el de conseguir un vuelo hacia aquel país aunque resulta muy difícil diseñar un vuelo especial para estos casos por una simple cuestión de número. Luego está el tema del papeleo necesario para que el bebé venga a la Argentina, si bien aseguran que la misión diplomática en Kiev está operativa para completar esos trámites. Mientras, el tiempo pasa y de uno y el otro lado del puente, tachan los días para cruzarlo.
MB