Cualquier excusa parece válida para protagonizar una escena de violencia sin sentido en la puerta o en las inmediaciones de un boliche. El último fin de semana (del 7 al 9 de enero), mientras el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa conmueve a gran parte de la sociedad, solo en los medios, se registraron dos muertos, un internado en terapia intensiva, otro hospitalizado y varios heridos de distinta gravedad producto de siete peleas.
Fin de semana de furia
"Hay una estructura psíquica que no contempla 'diques', no tiene barreras, ni asco. Son psicópatas", define la licenciada en psicología Débora Duarte Llera.
En la madrugada del 8 de enero, una luna roja que brilló en un cielo despejado vaticinaba otra noche signada por la violencia, con resultados fatales. En la localidad bonaerense de Cañuelas, Demián Páez de 18 años salió del boliche Alcuba. Esperaba un remís junto a dos amigos, Brad y Lucía, cuando un grupo de diez jóvenes lo atacaron sin mediar discusión. El primer golpe lo tumbó. Sin embargo el ensañamiento de sus agresores se recrudeció hasta que perdió el conocimiento.
El registro de la cámara de seguridad fue elocuente. Demián, inconsciente, tuvo que ser levantado de sus piernas y brazos para trasladarlo. Sus amigos consiguieron que un auto los lleve hasta el hospital de la zona. Al llegar, no lo quisieron atender alegando que estaban cansados de atender a chicos que salían borrachos y de pelearse. La suerte hizo que Demián pueda contarlo.
Tomás Pennisi salía durante la madrugada del domingo del Club Leloir, un boliche ubicado en Yrigoyen 295 en Lanús, en el conurbano bonaerense. “A metros de llegar a la salida. un patovica me llama la atención por haberme sacado la remera y me da una trompada”, publicó la víctima en su posteo de Instagram.
“A los golpes, me tiran al piso y me llevan para un costado para seguir pegándome (donde supuestamente no enfocan las cámaras) mientras que yo, tirado cubriéndome como podía la cabeza, les pedía por favor que paren, que me iban a matar”, relató Tomás.
El festival de Doma y Folklore de Jesús María es un clásico cordobés. Sin embargo, la misma violencia lo empañó. Durante la madrugada del domingo, una “batalla campal”, según describieron los testigos, que incluyó intercambio de piedras, botellas y demás objetos contundentes dejó como saldo la muerte de Agustín Ávila de 16 años.
Según medios cordobeses, el menor falleció producto de un corte profundo en el cuello originado por una botella de vidrio. El servicio de emergencias encontró a Agustín detrás del anfiteatro José Hernández y constató su deceso. Por este episodio hay veinte detenidos.
En la localidad de Elortondo, al sur de la provincia de Santa Fe, dos chicas salieron del boliche y comenzaron a golpearse, tirarse del pelo y arrastrarse por el suelo. El hecho ocurrido en la esquina de 25 de Mayo y Belgrano, a pocos metros de la comisaría local y de la sede comunal durante las primeras horas del domingo 8.
El hecho fue registrado con un celular y subido a Instagram a través del usuario @elortondo_peleas, creado, aparentemente, para difundir este tipo de hechos. Ante la masiva difusión del video el perfil, que cuenta con más de 500 seguidores, decidió eliminar todas las publicaciones.
El boliche Mr. Jones, de Playa Grande en Mar del Plata, también contó con una víctima y un intérprete violento durante las primeras horas del domingo. Producto de una discusión, un joven de 26 años golpeó a un turista uruguayo tumbándolo sobre el asfalto. La víctima, tres años menor, cayó al piso inconsciente y debió ser asistida por una ambulancia particular en el lugar.
Al cabo de unos minutos, los médicos lograron compensarlo y resolvieron que no era necesario el traslado al hospital. El agresor, fue aprehendido por personal de la comisaría novena y, luego, trasladado a la Unidad Penal 44 de Batán acusado por orden del fiscal De la Canale de “lesiones leves”.
Al noroeste de la provincia de Buenos Aires se encuentra el Partido de General Villegas, famoso por el circuito cultural Manuel Puig. Sin embargo, la violencia de un fin de semana trágico también alcanzaron a esta localidad imperturbable. Otra vez, una cámara registró la brutal golpiza a la que fue sometido Lucas.
Al mismo tiempo que las imágenes se viralizaban a través de las redes sociales, los dueños del boliche "Five Stars" postearon en Twitter: "Lamentamos lo sucedido esta madrugada en General Villegas, más allá de que no hay sido en nuestras instalaciones, repudiamos totalmente lo sucedido y nos ponemos totalmente a disposición de la familia en lo que necesiten".
Según trascendió, el mismo domingo Lucas ingresó a la guardia del hospital municipal, donde fue sometido a varios estudios. Actualmente continúa en terapia intensiva producto de la fractura de cráneo y un coágulo que puede comprometerlo.
Al igual que en el caso de Fernando Báez Sosa, en el video se observa cómo Lucas, después de ser atacado, queda tirado en el suelo sin poder defenderse, mientras los agresores siguen golpeándolo y pateándolo hasta dejarlo inconsciente.
Betiana, madre de la víctima, detalló que no le permitieron realizar la denuncia policial porque Lucas "es mayor de edad y debe realizarla él". La madre agregó: “Me llamaron de la comisaría y me dijeron que si él (su hijo) no quería hacer la denuncia, que fuera a firmar un papel para confirmar que desestimaría la posibilidad de denunciar la agresión”.
El lunes por la madrugada, en Gualeguaychú, Alexis Reverdito (20) había salido del boliche cuando se cruzó con otro joven, un tanto mayor, que lo atacó brutalmente. Alexis terminó inconsciente desparramado por el suelo. Un rato más tarde, curiosos y vecinos lograron reanimarlo.
La Fiscal de la causa, Natalia Bartolo, detalló que Alexis, después de recuperar el conocimiento, “estaba mareado pero consciente. Se levantó, agarró la bicicleta y se fue a la casa. Cerca de las 12 del mediodía del lunes empezó a convulsionar por lo que los padres llamaron a la Policía y lo llevaron al hospital”.
El joven falleció a las pocas horas de haber ingresado al Hospital Centenario, donde los médicos determinaron que sufrió un "hematoma en la cabeza" y "muerte cerebral". Aunque el nombre del agresor no trascendió a los medios, la fiscal confirmó que está detenido.
Diciembre violento
El local bailable Rumbas VE ubicado en Gorriti 5568, pleno Palermo, acaparó la atención de los medios cuando Brayan Trejo Reyes falleció producto de al menos un disparo por la espalda mientras se celebraba fin de año. La seguridad del lugar declaró: “estábamos todos adentro. Este muchacho entró corriendo y se llevó puesto un vidrio, no sabemos qué pasó”.
La madre de la víctima, también de nacionalidad venezolana, estaba dentro del lugar y vio todo. La causa quedó a cargo el fiscal en Criminal y Correccional 25, Martín Mainardi.
Uno de los hechos más controversiales sucedió durante el fin de semana del 17 de diciembre. Un joven de 22 años denunció ante la policía que fue raptado por tres individuos, llevado hasta un descampado donde le sustrajeron sus pertenencias, lo apuñalaron y lo violaron.
El hecho ocurrió en el cruce Los Potros y El Tirador, a una cuadra del Acceso Oeste, en la localidad de Villa Udaondo. La Unidad Funcional N°1 sigue investigando las causas y buscando a los culpables.
Transfobia
El pasado 11 de diciembre, cuatro hombres atacaron a dos chicas trans a la salida del boliche Amerika, ubicado en la avenida Gascón 1040 de la Ciudad de Buenos Aires. En el video, que también se hizo viral, se observa como uno de los agresores le sacó la peluca a una de las víctimas mientras otro la golpeó.
La principal víctima fue Daniela Ayelén Mego, influencer en Tik-Tok, quien había recibido amenazas a través de esa red social. Según testigos, la habrían esperado a la salida para golpearla.
"Hay un juego relacionado a la perversión, al goce y al disfrute ante el dolor ajeno", analizó la licenciada Débora Duarte Llera. En relación a las influencia del alcohol en este tipo de acciones, la profesional agregó que "el alcohol no crea personas violentas, solo desinhibe ciertas conductas".
"En muchos casos, como el de la muerte de Fernando, hay una violencia extrema, un secreto compartido, una cofradía y una soberbia que responde a cierto poder que desconoce el rol de la autoridad", explicó.
DS CP