El 11 de julio de 2002, hace 24 años, el exdictador Leopoldo Fortunato Galtieri quedó detenido por última vez en su vida, y por primera vez por delitos de lesa humanidad.
El teniente general que ordenó el desembarco argentino en Malvinas en 1982 había estado sentado en el banquillo en 1985 en el Juicio a la Juntas, acusado por delitos de privación ilegítima de la libertad, tormentos, reducción a la servidumbre, sustracción de menor, encubrimiento y falsedad ideológica. Pero fue absuelto.
Sin embargo, fue encarcelado al año siguiente en otro juicio, esta vez por los cargos de "incompetencia" como jefe militar durante la guerra de las Malvinas. Recibió 12 años de condena por su "negligente" conducción durante el conflicto bélico por lo que cumplió un tiempo en prisión domiciliaria, por tener más de 70 años y algunos problemas de salud.
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En 1990, un indulto del entonces presidente Carlos Menem le sacó la condena. Además de su libertad, el ex dictador conservó su grado militar y eso le permitió ser invitado y concurrir a los actos oficiales del Ejército. Algo que efectivamente hizo. El mismo benefició recibieron los ex militares Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo.
Pero en el exterior seguían sumándose denuncias contra Galtieri por graves delitos. En 1997, el juez de la Audiencia Nacional de España Baltasar Garzón pidió su detención internacional por genocidio y terrorismo.
Galtieri: la causa final
Finalmente, en 2002 el juez Claudio Bonadio lo detuvo por sospechas de comisión de crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura. Puntualmente, por su actuación en la causa Contraofensiva, por la desaperición de una veintena de militantes montoneros que habían reingresado clandestinamente al país en 1979 y 1980.
Al dictarle la prisión preventiva, en septiembre de ese año, en una resolución de 250 carillas, Bonadío le imputó a Galtieri los delitos de “privación ilegal de la libertad, tormentos, reducción a la servidumbre, homicidio agravado por alevosía y asociación ilícita calificada”.
En la misma situación quedaron otros altos jefes de la última dictadura, como el ex jefe del Primer Cuerpo del Ejército Guillermo Suárez Mason, y el general retirado Cristino Nicolaides, integrante de la cuarta junta de la dictadura. Se sumaron otros 24 integrantes del Ejército y otras fuerzas.
Leopoldo Fortunato Galtieri murió al año siguiente de su detención, antes de entrar en juicio, mientras cumplía prisión preventiva en su domicilio. Tenía 76 años.
Fuente: Radio Perfil
LT