El Ejército de Indonesia, que ya cumplió 75 años de funcionamiento en ese país insular del sudeste Asiático, dio por concluida una práctica vejatoria que regía desde hace décadas para las mujeres que querían ingresar a la carrera militar: someterse a la “prueba de los dos dedos” que constataba su virginidad.
En una teleconferencia conjunta de los mandos militares indonesios, el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Andika Perkasa, anunció el final de esta práctica y agregó que el reclutamiento de mujeres será de ahora en más igual al de los hombres.
El general Perkasa añadió que las mujeres que se unen a la fuerza terrestre pasarán por el mismo tipo de exámenes médicos que se apliquen a los hombres. "Hay cosas que no son relevantes; y no podemos seguir haciendo ese tipo de revisión", dijo en relación a la tan criticada “prueba de virginidad” que significaba el impedimento de las mujeres para unirse a las fuerzas armadas.
Durante esa revisión, el médico introducía dos dedos en el interior de la vagina de la mujer para constatar que el himen estuviera intacto. Esa misma verificación abusiva se aplicaba también a las prometidas de militares de carrera, antes de la celebración de una boda.
Varias organizaciones de derechos humanos recibieron con alegría la tardía decisión que, por el momento sólo rige para el reclutamiento de personal terrestre.
Sometimiento a las mujeres
La organización Human Rights Watch (HRW) comunicó que los cambios anunciados por el general Perkasa se referían a la "abusiva, poco científica y discriminatoria 'prueba de virginidad' que todas las ramas del ejército indonesio llevan décadas practicando a las reclutas femeninas".
Extraoficialmente se dice que la marina y la fuerza aérea de Indonesia también seguirán el ejemplo del ejército de tierra. De todos modos, no hay información oficial al respecto.
HRW se hizo cargo de esta problemática y entrevistó a mujeres de toda Indonesia que fueron sometidas a esa prueba humillante. La ONG concluyó que se trata de "una práctica nacional", muy extendida.
Andreas Harsono, miembro de HRW, citó el caso de una mujer que debió someterse a la prueba de la virginidad en 1965. "Esto significa que esta práctica anticientífica, abusiva y discriminatoria lleva vigente más de cinco décadas", agregó.
Alim Qibtiyah, miembro de la ONG Comisión Nacional sobre la Violencia contra las Mujeres (Komnas Perempuan), dice que aún hay que esperar a que el cambio se haga oficial, pero que podría aumentar las oportunidades para las mujeres que quieren entrar al ejército. En la actualidad, sólo un 10% de las 450.000 personas que componen las fuerzas armadas del país son mujeres.
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