El papa Francisco autorizó la beatificación de Juan Pablo I al atribuirle el milagro de haber curado a una niña argentina que presentaba un cuadro muy grave. Este reconocimiento cobra relevancia, sobre todo, porque murió a los 33 días de asumir el cargo de Sumo Pontífice y se forjaron varias teorías conspirativas en torno a su deceso.
Esta mañana el Vaticano reconoció como milagro la curación en 2011 de Candela Giarda, una niña argentina que se encontraba en estado vegetativo y, tras el rezo de su madre, se recuperó completamente. La niña había comenzado con un cuadro de vómitos y fiebre que se fue agravando hasta terminar internada en terapia intensiva.
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Los profesionales que la atendieron le dijeron a Roxana, madre de Candela, que no había esperanzas para ella, sin embargo, la mujer decidió ir a ver al Padre José Dabusti quien le recomendó invocar al Juan Pablo I. La mujer no lo dudó y se puso a rezar. A las pocas horas la niña comenzó a mejorar y actualmente vive con total normalidad.
Fue el cura José quien pidió al Vaticano el reconocimiento para Juan Pablo I, él sacerdote contó lo sucedido y fue evaluado por la Comisión Médica de la Santa Sede. Luego de estudiar el caso, resolvieron por unanimidad que se había tratado de un milagro.
Papa por 33 días
Juan Pablo I, cuyo nombre de nacimiento es Albino Luciani, nació un 17 de octubre de 1912 en Italia y llegó al Vaticano el 26 de agosto de 1978, pero sólo fue Papa poco tiempo, ya que murió de un ataque al corazón a 33 días de asumir.
Lo sucedió Juan Pablo II quien en 2003 comenzó con el proceso de reconocimiento, declarándolo Siervo de Dios y en 2017, el papa Francisco lo proclamó Venerable. Por el momento, queda esperar la fecha elegida por la máxima autoridad del Vaticano para que se oficialice la beatificación.
RB/FL