Alberto Fernández sabe y repite que la segunda ola de coronavirus ya llegó y que es imposible pararla. Tiene contradicciones: no quiere que se detenga la economía mientras detalla muestras de recuperación con la mención de algunas cifras “mejores de las que se dieron durante la pandemia de Mauricio Macri”, pero la preocupación por el aumento en los contagios lo lleva a evaluar nuevas restricciones. Bajo este escenario volverá a reunirse este sábado con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien llegará dispuesto a resistir algunos pedidos presidenciales.
Hasta ahora, el Presidente no termina de definir cuándo deben avanzar con nuevos cierres ni cuáles deben ser, aunque cree que las próximas medidas deben ser focalizadas: ya no se imagina un bloqueo total en todo el país al mismo tiempo y entiende que las primeras medidas deberán ser en la Ciudad de Buenos Aires y distritos del conurbano bonaerense.
“Mi amigo Horacio”, tal como lo describió en julio del año pasado el Presidente, llegará a la reunión con los datos epidemiológicos de la Ciudad de Buenos Aires que por ahora no indican que deben avanzar con mayores medidas restrictivas. El jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, se encargó de adelantar en las horas previas al encuentro que no ven “que sea necesario tomar alguna medida adicional”.
El gobierno de la provincia evalúa cerrar cines, bares, actividades recreativas y de ocio
Fernández le mostrará que la velocidad en la que avanzan los contagios los obliga a tomar medidas para ganar tiempo mientras el plan de vacunación avanza lento. Si no ponen límites ahora sobre algunas actividades recreativas, ninguno podrá evitar más adelante cerrar la economía y las escuelas. Hoy son los dos focos que ambos se muestran dispuestos a mantener activos y esa es la discusión que el Presidente quiere dar: se ponen nuevas restricciones en los próximos días para bajar la movilidad o en algunas semanas la Ciudad y la provincia de Buenos Aires no podrán escapar a un cierre total.
¿Puede imponer el gobierno nacional medidas en caso de que el jefe de Gobierno no acepte anunciar una cuarentena más estricta? Podría hacerlo pero esto va en sentido contrario a las últimas decisiones que tuvieron que ver con que sean los jefes territoriales los que decidan las medidas y ya no el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Fernández no se imagina llegando a una instancia en la que tenga que hacer anuncios sin el acompañamiento de Larreta y por eso esta reunión es más importante para el Presidente que para el dirigente de Juntos por el Cambio.
La reunión en la Quinta de Olivos será el primer contacto a solas después de los distintos cruces que comenzaron con la reducción de los fondos de coparticipación destinados a la seguridad. Por eso, Fernández prefirió reunirse sin la presencia de Axel Kicillof. La pandemia no será el único tema que se discuta en este reencuentro.
El Presidente conoce la posición de Axel Kicillof, con quien mantiene el diálogo activo para monitorear el Conurbano. El gobernador de la provincia de Buenos Aires definirá distintas restricciones antes de que se vuelva a ver la foto tripartita para lo que ya comenzó la ronda de consultas con los intendentes del AMBA.
Al principio de la próxima semana los equipos técnicos de la Provincia y la Ciudad se volverían a juntar como antesala de lo que podría volver a ser la foto de Fernández, Larreta y Kicillof. “Vamos a ver los números totales de esta semana, la pandemia demostró que si no hay consenso, no podemos aplicar medidas y que se cumplan y por ahora el consenso no está”, dicen en el territorio bonaerense. En la Provincia creen que pueden avanzar en los próximos días con la prohibición total de las reuniones sociales, limitar las actividades deportivas y frenar las salidas recreativas.
En la Provincia al menos 40 distritos de los 110 que están en fase 4 podrían retroceder a una etapa más restrictiva como la fase 3. Sin embargo, esta fase no funcionará al igual que el año pasado en el que las clases presenciales no estaban permitidas. El Ministerio de Salud implementará un nuevo sistema en el que el cierre de las escuelas y de la actividad productiva sea la última decisión ante un colapso sanitario.
Mientras tanto, Fernández mantuvo el diálogo informal con gobernadores. Espera que el Covid avance igual que el año pasado y que la duplicación de contagios llegue de manera más lenta al interior para darle tiempo al sistema de salud y la vacunación. Pero les pidió a los jefes provinciales estar alertas ya que las nuevas variantes pueden anticipar este escenario.
