La causa que investiga al avión venezolano con tripulación iraní que quedó retenido en Ezeiza desde el pasado fin de semana sigue sumando datos, al menos de "dominio": el carguero sigue perteneciendo a la compañía iraní Mahan Air, sobre la cual recaen sospechas de brindar apoyo logístico a operaciones terroristas ejecutadas por la fuerza Al Quds en diversas partes del mundo, y esa empresa lo alquiló a Emtrasur, una subsidiaria de Conviasa "con tripulación". En sus largos 36 años de servicio el veterano 747 pasó por diversas compañías, hasta que en 2009 terminó en manos de Mahan Air.
Tras examinar el informe presentado ante la justicia federal para determinar quiénes son los dueños originarios de la aeronave retenida en Ezeiza con 19 tripulantes, se detectó que fue incorporada a la flota de Conviasa, la línea aérea estatal venezolana, el 23 de enero de este año. Sin embargo, operó desde 2009 para Mahan Air, justamente empresa que -según Estados Unidos- tendría lazos con Al Quds, una organización vinculada a la Guardia Revolucionaria iraní acusada de operaciones terroristas globales.
La lista de los 19 tripulantes del Boeing 747 que tienen prohibido salir del país
La embajada de Israel difundió una semana atrás un comunicado donde expuso el vínculo del piloto iraní, Gholamreza Ghasemi con Qeshm Fars Air. Allí se indicaba que era necesaria indagar para constatar si el 747 "no cumple tareas de tráfico de armamento o al traslado de personas y equipos para la Fuerza Quds".
Sin embargo, en el informe sobre los aviones que circulan en todo el mundo, actualizado a este miércoles 15 de junio, el avión venezolano sigue figurando como propiedad de Mahan Air SA, por lo cual la firma venezolana que lo opera no lo compró este año, como se indicó en varios mensajes desde el oficialismo y también desde Caracas.
Emtrasur Cargo aparece como la "operadora" de la aeronave
De este modo, el informe detalla como operador a la subsidiaria de Conviasa y se destaca que la "división de arrendamiento" es para la utilización del 747 como avión de carga.
En ese detalle se puntualiza que el primer vuelo del carguero iraní-venezolano se remonta al 23 de enero de 1986, en un largo camino con varios dueños:
- Desde diciembre de 1992 hasta agosto de 2006 perteneció a Air France;
- a partir de entonces perteneció a Garuda Indonesia hasta 2007;
- luego a Blue Airways hasta 2009,
- y desde septiembre de 2009 pertenece a Mahan Air.
La contratación incluiría a los tripulantes
Otro punto central de la documentación es que la contratación efectuada por el gobierno venezolano incluiría "la tripulación y el mantenimiento de la aeronave", situación que más allá de las sospechas del caso puntual registrado desde el pasado fin de semana en Ezeiza podría explicar la presencia de la tripulación iraní a bordo. A propósito de esos cinco ciudadanos iraníes, el titular de Inteligencia Agustín Rossi insistió este sábado en su "deducción" de que el elevado número de tripulantes se debía a que los venezolanos estaban "aprendiendo a volar el 747".
"Se va a terminar comprobando lo que yo dije y por lo que me bardearon a diestra y siniestra, que los pilotos iraníes estaban entrenando a los venezolanos, porque repito que un avión como el 747 no es que uno puede pilotarlo así nomás, les digo que a ese tipo de avión hay que tener más de 200 horas de vuelo para poder dirigirlo...", dijo Rossi en Sábado Tempranísimo, el programa de Marcelo Bonelli en Radio Mitre.
La postura del Gobierno de la Ciudad
Tras criticar al Gobierno Nacional por el ingreso sospechoso del avión venezolano, el Gobierno de la Ciudad advirtió que "no cierra en la ecuación económica" que una aeronave de carga traslade a 19 tripulantes.
"En la politización extrema de los temas se terminan banalizando cuestiones muy complejas como es esta. Es verdad cuando se dice que no tenían ninguna alerta roja ni pedido de captura. Ahora, no sabemos por ahora si cometieron algún delito", observó el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D Alessandro.
En el otro extremo, desde el Ejecutivo nacional, el presidente Alberto Fernández aseguró "no hubo ninguna irregularidad" con la aeronave ni con la tripulación.
"La verdad es que quisieron mostrar algo que no es… alguna cosa oscura, algún movimiento oscuro del Gobierno, que actuó rápidamente y lo han dicho absolutamente todos. No hace falta quien más lo diga. Pero bueno, como es la oposición trató de aprovecharlo", detalló el mandatario en declaraciones radiales.
El ministro porteño replicó: "Estamos hablando de un tema de seguridad en el cual los argentinos tenemos la obligación y el derecho de saber qué es lo que estaba haciendo este avión acá. No cierra en la ecuación económica que un avión de carga tenga esa tripulación", objetó.
"El tema tiene la importancia necesaria como para no banalizarlo y me parece que acá es donde el Gobierno nacional se equivoca, quiere quedar bien con sus socios políticos", agregó.
Asimismo, el funcionario del Ejecutivo de la Ciudad se refirió a las "sanciones internacionales" que correspondían al avión retenido en Ezeiza, unidas a la complicidad del Gobierno Nacional: "Si es un avión que todo el mundo sabe que tiene sanciones internacionales, tanto Venezuela como Irán, que le prohíben cargar combustible...Ingresan al país porque se sienten que están ingresando a un país amigo, porque si no hubieran cargado combustible en Bolivia".
"Tenemos una alerta temprana del Gobierno de Paraguay donde nos dicen hace unos días hubo un avión con una tripulación iraní y alertan a todas las agencias de inteligencia de la región...Y como si esto fuera poco, Uruguay les cierra el espacio aéreo y no les permite aterrizar", describió D Alessandro al referirse al polémico aterrizaje.
Sin embargo, según el funcionario "lo más grave es que el avión entró un lunes y hasta el miércoles nadie supo que estaba en la Argentina".
"El miércoles le permiten irse a Uruguay, Uruguay les cierra el espacio aéreo y cuando vuelven, el miércoles, ahí toma estado público, les sacan los pasaportes y comienza esta noticia", subrayó.
"Pero de lunes a miércoles la realidad es que nadie supo, cuando era fácil hacerle una consulta al juzgado, tirar las alertas, labrar un acta y trabajar como corresponde. Por eso me parece que, en el afán de querer quedar bien con socios políticos se banalizan temas que son muy serios", concluyó.
CA/HB