El líder conservador Alberto Núñez Feijóo encabezó este domingo un acto con decenas de miles de personas, y señaló que irá este martes al debate de investidura en el Parlamento español, sin opciones de éxito porque no tiene los votos necesarios, pero dijo que usará esa tribuna para exponer las concesiones de Pedro Sánchez "que amaga ceder al chantaje de los independentistas catalanes para tratar de mantenerse en el poder".
Desde que el rey Felipe le encargó presentarse al examen del Parlamento en tanto que ganador de las elecciones legislativas del 23 de julio, el líder del Partido Popular (PP, derecha) intentó infructuosamente conseguir los cuatro votos que le faltan para ser investido como presidente del gobierno. Sin embargo, para ello, necesitaba el respaldo de algún partido regional, una circunstancia que resulta incompatible con sus socios de la extrema derecha de Vox, que son feroces críticos de las formaciones regionales.
"Aunque me cueste la presidencia del gobierno, voy a defender que España es un conjunto de ciudadanos libres e iguales", dijo Feijóo este domingo, señalando que "no aceptaremos el chantaje de los partidos regionales catalanes". Lo aplaudía una multitud estimada en unas 50 mil personas en una zona céntrica de Madrid.
"Pasaré o no por la presidencia del gobierno, ahora o pronto, pero en lo que a mí respecta lo que quedará para España será libertad, igualdad y dignidad", subrayó el político de 62 años, ante el público que coreaba "presidente, presidente".
Pese a ser derrotado, el debate de investidura le puede servir a Feijóo "para presentarse con un programa y con una alternativa y contrastando muy claramente con Sánchez" de cara al futuro, estimó para AFP Astrid Barrio, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Valencia.
Al igual que este domingo, el líder de la derecha ha dedicado las últimas semanas a atacar al presidente del gobierno saliente, el socialista Sánchez, por las concesiones que este tendrá que hacer a los independentistas catalanes para retener el poder.
Sucede que convertidos con sus votos en la llave que puede darle a Sánchez otro período en la presidencia, los catalanes exigen numerosas condiciones, pero la principal es que quieren "una amnistía absoluta" para todos los dirigentes que fueron condenados por el intento independentista que incluso llevó a su líder, Carles Puigdemont, a tener que refugiarse en Bélgica.
"Lo que hace Sánchez es un ataque a las leyes"
Feijóo critica que haya cualquier tipo de amnistía para todos los encausados por el intento secesionista de Cataluña en 2017: "Esa amnistía no cabe en la Constitución, lo que hace Sánchez es un ataque a las leyes y a la división de poderes, injusto y amoral".
"Si Sánchez aceptara ese chantaje, sería un fraude agravado, porque decía que rechazaba hasta ahora esa amnistía, pero la aceptaría cuando le son indispensables los votos catalanes", dijo Feijóo este domingo.
Según las leyes españolas, Sánchez podrá intentar ser investido luego de que Feijóo fracase en el Parlamento este martes. El debate de investidura el martes con un discurso del líder conservador, y las votaciones serán el miércoles, cuando el candidato necesita una mayoría de 176 de los 350 diputados. Habrá otra votación el viernes, donde le bastarían más síes que noes, pero salvo alguna sorpresa mayor, los analistas señalan que Feijóo no tendrá los apoyos necesarios.
Sin investidura, se abrirá un plazo de dos meses al término de los cuales se convocarían a nuevas elecciones legislativas, en enero según los plazos legales. Claro que eso ocurrirá si Sánchez no logra formar gobierno antes, lo que podrían asegurarle esos votos catalanes. Claro que el precio a pagar, el de la amnistía, será alto, no solo con sus rivales políticos, sino también ante la opinión de millones de españoles.
Sánchez cuenta con poder lograr los 176 votos necesarios, con los partidos independentistas Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) y Juntos por Cataluña (JxCat), como ya ocurrió en días pasados cuando una socialista fue elegida como presidenta del Congreso o se levantó la prohibición de expresarse en catalán, gallego o vasco en el hemiciclo, otra exigencia de los separatistas.
Pero aprobar la amnistía, que abarcaría a personas no solo condenadas sino incluso prófugas de la justicia española por los eventos de 2017, como Carles Puigdemont, es una tarea de alto voltaje político para Sánchez.
La medida es rechazada no solo por la derecha sino también por voces dentro del Partido Socialista, como el expresidente del gobierno Felipe González, quien el miércoles lanzó: "No podemos dejarnos chantajear".
Aunque Sánchez, que ya indultó en 2021 a algunos independentistas catalanes en prisión por la fallida secesión, aún no ha sentado posición públicamente sobre la amnistía, sí afirmó que será "coherente con la política de normalización y estabilización de la situación política en Cataluña" que ha seguido desde su llegada al poder en 2018.
AFP/HB
