"Que a mí me sucedió, me sucedió". Con estas palabras, Corina de Bonis, la docente que el año pasado había denunciado que fue secuestrada y torturada en Moreno, salió a defenderse este miércoles 24 de abril, luego de que la Justicia la procesara por falso testimonio. "Lo que pasó fue cierto. Me golpearon, me pusieron una bolsa en la cabeza, me subieron y me amenazaron", recalcó en declaraciones a Radio Con Vos.
"Dije y voy a seguir diciendo lo que me pasó. A mí me pasó. El 12 de septiembre volviendo de trabajar un auto rojo me intercepta, me golpean en el estómago, me ponen una bolsa en la cabeza y me suben a un auto", argumentó la mujer. "Cuando me levantan la ropa pensé que iba a ser una violación y después sentí que algo me cortaba. Me tiran del auto y me dicen que la amenaza iba en serio", agregó en diferentes medios.
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El hecho ocurrió en septiembre de 2018, cuando De Bonis afirmó que un grupo de personas la había atacado y escrito con un arma blanca en el abdomen la leyenda: "Ollas no". Por esos días, la maestra participaba de diferentes ollas populares que tuvieron lugar luego de que se suspendieran las clases por la explosión de un comedor escolar en Moreno, que provocó la muerte de dos persona.
Las dudas comenzaron en octubre, cuando el procurador general bonaerense Julio Conte Grand manifestó su incertidumbre sobre el relato de la mujer -que ejercía como docente en la localidad de Moreno- y expresó que, según las cámaras de seguridad de la zona, "resulta una hipótesis de trayecto que no es coincidente ni compatible con el tiempo necesario como para que esta señora haya sufrido los hechos tal como ella lo describió".
En este marco, los fiscales Emiliano Buscaglia y Leandro Ventricelli descartaron que De Bonis haya sido interceptada. Ventricelli, aseguró que "las circunstancias de tiempo, lugar y lo que sucedió no se puede acreditar", y agregó: "Hemos relevado a todos los vecinos, más de 80, y nadie ratifica la versión de ella. Además hemos encontrado otros testimonios. Los psicólogos que han peritado hablan de que 'es una persona que puede ser fácilmente influenciable".
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La respuesta de De Bonis. “Los dichos de Ventricelli corren por cuenta de Ventricelli. Yo sé lo que pasé, lo que viví, y nadie me puede influenciar en eso. Sería una persona más que loca si permitiera que alguien me golpee o me lastime. No sé por qué el fiscal dice eso, y cuando vaya el día 2 me lo tendrá que explicar”, argumentó hoy la docente.
"En el peritaje psicológico también estaban enojados por las difamaciones que salieron a decir sobre mi caso", agregó, y recalcó: "El testigo que vio lo que me pasó lo tuve y después dejó de estar. Vino, se solidarizó conmigo diciéndome que me vio venir, vio el auto rojo y después no me vio más a mí. Después la declaración cambió".
La maestra hizo referencia, además, a una pericia que confirma que una llamada de amenaza al Centro Educativo Complementario donde trabaja partió de su teléfono, hecho por el que también fue imputada la vicedirectora María Fuentes.
“La pericia dirá que sí, pero yo le puedo asegurar que no llamé nunca al CEC”, reiteró. “No sé por qué aparecen esas llamadas”, afirmó. Por último, la docente dijo que ella no es kirchnerista" y que no comparto "su política" y su "ideología". “No soy opereta K ni fui impulsora de la olla, que tampoco fue una olla popular sino para darles de comer a nuestros alumnos”, concluyó.
AB EA
