La docente bonaerense Corina De Bonis, quien el 12 de septiembre de 2018 denunció haber sido secuestrada y torturada, fue procesada y citada a indagatoria después de que su relato y pericias determinaran que emitió una denuncia falsa y falso testimonio. Durante ese presunto secuestro le habrían escrito con un punzón la frase "ollas no" en su vientre, pero las pericias médicas no pudieron confirmar ni descartar que hayan sido causadas por terceros.
Las dudas comenzaron en octubre, cuando el procurador general bonaerense Julio Conte Grand manifestó sus dudas sobre el relato de la mujer -que ejercía como docente en la localidad de Moreno- y expresó que, según las cámaras de seguridad de la zona, "resulta una hipótesis de trayecto que no es coincidente ni compatible con el tiempo necesario como para que esta señora haya sufrido los hechos tal como ella lo describió".
El documento de citación dice que la acusación por falso testimonio se basa en filmaciones de tres cámaras de seguridad de la intersección de las calles Tablada y Lugones (Moreno) “que dan cuenta del pasar de la víctima, no así de la circulación de vehículo alguno con características similares a las cuales ésta describiera, menos aún del acometimiento denunciado”. "Lo que me pasó a mí tiene que ver con una serie de amenazas que sufrieron todas mis compañeras", contó a los medios la maestra de 47 años en ese momento.
La DDI de Moreno-General Rodríguez (Brigada de investigación) afirmó por su parte que del análisis temporo-espacial de las filmaciones se concluye “la imposibilidad de que el suceso en estudio pueda haber ocurrido en ese lapso temporal y en el lugar indicado, habiendo individualizado a las dos personas que se avistaran en las filmaciones caminar delante de la denunciante quienes no han observado el circular de ningún vehículo como el descripto, ni escuchar gritos, frenadas, circular de vehículos a alta velocidad, ni ruidos de pelea’”.
La pericia realizada por la división Tecnologías Aplicadas de la Policía Federal Argentina reveló en tanto la “inexistencia” de señales físicas de haber sufrido politraumatismo en su pómulo derecho como indicó, y asegura “que en base al estado de la cinta asfáltica no sería posible una escritura perfecta sobre el abdomen de la misma”. Tampoco se visualizó al vehículo en el cual se habría llevado a cabo la agresión contra la maestra, pese a que la justicia había informado que fue encontrado.
En octubre del año pasado, un reportaje televisivo recogió los testimonios de personas que estaban en la misma locación y momento de los hechos y aseguró no haber visto nada. Una de las mujeres que vive en esa cuadra, con quien Del Bonis se detuvo a charlar por un momento mientras hacía su trayecto, dijo en el informe: “Yo salí, tiré la basura y cuando estaba entrando la veo pasar y le pregunté qué hacía por acá. Después me comentó por qué pasaba por acá, y me dijo que porque la florería estaba cerrada”.
Por su parte, una pareja que se cruzó con la docente ese día y por la misma calle aseguró que no se dieron cuenta de nada: “Las cámaras nos toman pasando, y la maestra atrás, y cuando nosotros doblamos, ella sigue. En teoría, en esa cuadra dice (ella) que le pasa todo”. “Ya lo dijimos nosotros en la fiscalía. Ni un grito, nada, ni un movimiento”.
Por estos testimonios es que que Conte Grand disparó entonces que “el relato de la víctima no presenta coincidencias con los elementos probatorios que se van colectando en términos de su lesión física". Y agregó: "Las características físicas de las calles, del lugar, obligan a un movimiento del automóvil que no coinciden con la posibilidad de que sea un trazo prolijo y tan regular, sino lesiones sufridas bajo otras circunstancias fácticas”.
D.S.