Ante la invasión de las ardillas de vientre rojo en la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, y en lugares como Córdoba, Santa Fe y Mendoza, las autoridades del Ministerio de Ambiente de la Nación detallaron que, además de los daños que pueden producir en cables o en plantaciones, también pueden transmitir parásitos y leptospirosis a los humanos.
Se trata de una especie originaria del sudeste de Asia, que fue introducida en Argentina como mascota o animal ornamental hace 50 años, en 1970, “logrando establecerse y amenazando la biodiversidad, la salud y la producción”, detallaron tiempo atrás desde esa cartera. En la provincia de Buenos Aires se han reportado daños en barrios privados de Luján, Pilar y Escobar, donde se comieron los cables de telecomunicaciones y las mangueras de riego.
Florencia Gómez, secretaria de Política Ambiental en Recursos Naturales del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, advirtió en diálogo con Télam que en los humanos pueden causar leptospirosis con su orina.
Alerta por invasión de ardillas en la Ciudad de Buenos Aires y varias provincias
Qué es la leptospirosis
Según detalla el Ministerio de Salud de la Nación, esta es una enfermedad producida por una bacteria que puede estar presente en la orina de ciertos animales como roedores, perros, vacas, cerdos, caballos y animales silvestres.
Se contagia por contacto directo con la orina de un animal infectado, o con agua y/o ambientes contaminados con dicha orina. “Dado que la bacteria sobrevive en lugares húmedos y protegidos de la luz, el riesgo de contraerla aumenta si se producen inundaciones o al desarrollar actividades recreativas en ríos, lagos, lagunas, arroyos (como nadar, pescar, acampar, o realizar deportes náuticos)”, explica la información de esa cartera.
Los síntomas son similares a los de un cuadro gripal con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y malestar general, que puede luego presentar una segunda fase de mayor gravedad e incluso puede ser mortal. El tratamiento contra esta bacteria es con antibióticos, que dependiendo de la gravedad del cuadro pueden ser orales o por vía intravenosa.
Qué hacer ante la presencia de ardillas
La funcionaria de Política Ambiental explicó que, ante la presencia de estos roedores, lo principal es dar aviso a las autoridades para implementar distintos métodos de control y poder “detener la curva de crecimiento”.
"No hay que tocarlas ni llevarlas a la casa como mascota. Las ardillas son carismáticas, entonces es doble el desafío de alertar a la ciudadanía”, advirtió. “Lo que buscamos es que que no avancen hacia más lugares porque afectan a la salud, lo económico y la biodiversidad", planteó Gómez.
Científicos de la Universidad Nacional de Luján precisaron en 2018 que la población de esta ardilla supera los 100 mil individuos, e invaden más de 2.100 kilómetros cuadrados, un área que equivale a diez veces la Ciudad de Buenos Aires.
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