Los manifestantes, congregados en la cercanía de la casa de Cristina Fernández de Kirchner, destrozaron el vallado metálico con el que amaneció la zona. Hasta el momento, cinco policías y un periodista resultaron heridos, así como cuatro manifestantes ya fueron detenidos. Recoleta fue el escenario de un gran enfrentamiento con gases lacrimógenos, palos y camiones hidrantes.
Cerca de las 17:45, los manifestantes lograron entrometerse entre las vallas, derrumbaron y quedaron enfrentados cuerpo a cuerpo con los efectivos policiales. En un breve momento de tensión, los militantes comenzaron a arrojar piedras, basura y hasta intentaron lanzar un trípode de un equipo de periodistas que trabajaba en el lugar.
Frente a esto, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires realizó un cordón de protección. Sin embargo, la furia de los manifestantes continuó en aumento, por lo que comenzaron a reprimir con gases lacrimógenos. Así, la situación se calmó solo por unos segundos cuando las personas retrocedieron unos metros.
De igual forma, los kirchneristas volvieron a ganar terreno y rodearon a los efectivos porteños. En consecuencia, los camiones hidrantes empezaron a avanzar y a arrojar agua para intentar controlar la situación, lo que sólo enfureció más a los militantes, quienes comenzaron a golpear con las vallas a los vehículos y hasta intentaron subirse al camión. La Policía de la Ciudad quedó totalmente acorralada por las personas que protestaban contra el vallado establecido por el Gobierno porteño.
El periodista herido es Ezequiel Guazzora, quien indicó que fue fuertemente golpeado por los oficiales porteños con un bastón, pero se desconoce cuál es su estado de salud, así como también el de los demás heridos.
La retirada de la policía
En un intento de calmar la tensión, los manifestantes hicieron un cordón para que los efectivos policiales logren salir del lugar y emprendan la retirada. De esta manera, para reagruparse con los demás efectivos, los camiones hidrantes y policías se replegaron, ya que el operativo estaba finalizado.
Al poco tiempo, los oficiales abandonaron el lugar; el Gobierno de la Ciudad, por su parte, anunció que iniciará una investigación para esclarecer las circunstancias en las que se dieron los disturbios.
RdC/MCP