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Luego del informe de la OEA, Evo Morales convoca a nuevas elecciones en Bolivia

Agobiado por la rebelión popular, el mandatario dijo "para pacificar el país se repetirán los comicios". Removió además a los integrantes del Supremo Tribunal Electoral.

Bolivia
El presidente de Bolivia, Evo Morales. | Twitter @MRE_Bolivia

El presidente boliviano Evo Morales cedió finalmente a la presión opositora e internacional, anunciando que se repetirán los comicios en Bolivia. El informe de los veedores de la OEA había recomendado poco antes la realización de nuevas elecciones, para superar la división social y el clima de revuelta popular que iba en aumento, llegando incluso a la policía. 

"He decidido, primero, renovar la totalidad de vocales del Tribunal Supremo Electoral. En las siguientes horas la Asamblea Legislativa Plurinacional, en acuerdo con todas las fuerzas políticas, establecerá los procedimientos para ello. Y en segundo convoco a nuevas elecciones nacionales que mediante el voto permitan al pueblo boliviano elegir democráticamente a sus nuevas autoridades, incorporando a nuevos actores políticos", dijo el mandatario en un mensaje al país, pidiendo que luego de su anuncio que "todos los bolivianos ayuden a pacificar el país"

"Bajemos esta tensión, todos tenemos la obligación de pacificar a Bolivia", señaló Morales, demacrado y con las huellas del dramatismo vivido en los últimos días. En su llamado al diálogo convocó a los partidos políticos opositores, pero excluyó a los poderosos comités cívicos regionales que fueron los que salieron a las calles, llegando incluso a conseguir que la policía se amotinara apoyando sus reclamos.

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Morales, de 60 años, propuso "una agenda abierta para pacificar Bolivia de manera urgente" e invitó a la ONU, a la Organización de los Estados Americanos (OEA) y a las iglesias a acompañar el diálogo.

El largo informe de la OEA sobre las denuncias de irregularidades en los comicios de Bolivia había concluido con la recomendación de realizar nuevas elecciones, para transparentar la situación política y además como vía para conseguir que se desactivara el cada vez más violento clima social, que incluso había registrado ya ataques a varias viviendas de funcionarios. En sus conclusiones, el organismo internacional había considerado "improbable" que Morales hubiera obtenido la ventaja levemente superior al 10 por ciento que le dio la reelección:

El país se había convertido escenario de protestas multitudinarias, paros y episodios violentos, que han dejado tres muertos y 200 heridos desde el 20 de octubre, cuando Morales obtuvo la reelección a un cuarto mandato de cinco años tras unos comicios que la oposición denunció desde el primer momento como como fraudulentos. El presidente Morales denunció la noche del sábado que había sido incendiada la casa de su hermana Esther en Oruro, así como la del gobernador oficialista de esa región del sur de Bolivia, Víctor Hugo Vásquez.  Airados manifestantes también incendiaron la vivienda de Esteban Urquizu, el gobernador de Chuquisaca, cuya cabecera es Sucre, la capital boliviana, indicó el presidente en Twitter. 

En medio de las protestas, una turba ocupó este sábado en La Paz las instalaciones de dos medios estatales, la televisión Bolivia TV y Radio Patria Nueva, y obligó a los trabajadores a abandonarlas.

Otros manifestantes tomaron la radio de un sindicato campesino, del cual Morales es afiliado, según denunció el propio mandatario en un tuit. "Al estilo de las dictaduras militares, los golpistas atacan sedes sindicales", había dicho Morales.

La primera respuesta del principal candidato opositor en las elecciones, el centrista Carlos Mesa, fue el rechazo a la oferta de diálogo del presidente. "No tengo nada que negociar con Evo Morales y su gobierno", señaló el expresidente y líder de la alianza Comunidad Ciudadana. Rubén Costas, del partido Bolivia Dijo No, también se negó a sentarse a hablar con el mandatario indígena. Los otros dos partidos convocados son el Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales y el opositor Partido Demócrata Cristiano, cuyo candidato, Chi Hyun Chung, tercero en el cómputo final, sí aceptó la propuesta del presidente. 

Morales no invitó, sin embargo, a los poderosos comités cívicos regionales que lideran las protestas contra él desde hace días. Esos grupos opositores civiles, liderados por Luis Fernando Camacho, de la región oriental de Santa Cruz, se han sumado a las denuncias de fraude electoral y a los pedidos de renuncia del presidente. 

En ese contexto, el analista Iván Arias considera que la iniciativa del presidente es "un diálogo vacío, porque no están los sectores que están protestando". Morales pidió este sábado a los policías que retomen sus labores, un día después de los motines en distintas regiones del país. "Convoco a los comandantes nacionales, departamentales, a ese policía que es comprometido con su pueblo, a cumplir con las normas, a cumplir con su honor", dijo.

La rebelión policial comenzó el viernes por la tarde con las fuerzas especiales (UTOP) en la ciudad central de Cochabamba, y se expandió inicialmente a los comandos de Sucre (sur, la capital de Bolivia) y Santa Cruz, un bastión opositor. Durante la noche se extendió a las demás regiones (de un total de nueve), pero no afectó a La Paz y Pando (norte).

Bolivia: se extienden los focos de rebelión policial contra el presidente Evo Morales

El gobierno descartó mandar tropas militares a someter a los policías rebeldes, mientras que la oposición saludó los motines y pidió a las Fuerzas Armadas que los siguieran. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, dijo que los militares no reprimirán a los manifestantes. 

Hasta ahora las calles de La Paz han estado ocupadas sobre todo por opositores, quienes confraternizaron el viernes con los mismos policías que en noches anteriores los habían reprimido. La violencia se cobró este sábado las primeras bajas políticas entre oficialistas con las renuncias del gobernador y el alcalde de Potosí (sur), Juan Carlos Cejas y Williams Cervantes. El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, calificó el sábado en Twitter de "muy grave" la situación en Bolivia, y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, denunció en un tuit un "intento de golpe de Estado" contra su aliado Morales.

 

AFP/HB