Ocurrió en 1987, cuando el presidente Raúl Alfonsín -que llevaba entonces cuatro años en el poder- planteó la idea de trasladar la Capital Federal a otra ciudad, con el objetivo de descentralizar el poder. Una idea polémica que ahora fue reflotada por Alberto Fernández, el peronista que se dice alfonsinista.
"Todos los días pienso si la Capital no tendría que estar en un lugar distinto y venirse al norte; ¿no será hora de que empecemos a tomar estos desafíos?", dijo el actual presidente durante un viaje a Tucumán que inició este 14 de diciembre.
La controvertida iniciativa del presidente radical de trasladar la capital a Viedma, 800 kilómetros al sur de su ubicación actual, recibió ya hace 34 años fervorosas adhesiones y las feroces críticas en igual medida.
La operación, bautizada como Proyecto Patagonia, planteaba enormes complicaciones logísticas y económicas, pero su artífice la consideraba factible si se realizaba con "coraje".
Según el plan, anunciado el 14 de abril de 1987, días después de que el teniente coronel Aldo Rico se amotinó en la Escuela de Infantería de Campo de Mayo, la mudanza capitalina tenía por objetivo descentralizar y modernizar la Administración pública y reordenar el crecimiento demográfico, objetivos que permitirían la fundación de una "Segunda República", en palabras del presidente.
Buenos Aires era una ciudad incontrolable y centralista, dijeron los radicales, que recordaban el éxito de Brasilia.
En ese entonces, el peronismo se opuso ferozmente a la idea, cuestionando especialmente el costo previsto de 30.000 millones de dólares de la titánica mudanza. Los referentes del PJ dijeron que Alfonsín quería "distraer a la opinión pública" de la crisis económica que comenzaba a atravesar el país.
Alfonsín en persona visitó la ciudad de Viedma, desde donde calificó de "enanos" a quienes criticaron la iniciativa y redobló la apuesta: un par de meses después se anunció que el presidente tenía la intención de entregar el mando a quien fuera su sucesor en Viedma, y no en Buenos Aires.
El gobernador radical de Río Negro, Oswaldo Álvarez, anunció a los habitantes de Viedma que el principal objetivo del cambio era "terminar con un proceso de centralización que ha marcado negativamente la historia argentina". "Este proyecto refundacional", dijo, y recordó que Alfonsín también pretendía poblar la zona con hombres de trabajo y no con fines militares".
En mayo de 1987 el Congreso dio carta legal al Proyecto Patagonia con la declaración del área urbana Viedma-Carmen de Patagones-Guardia Mitre como nueva Capital Federal, tras lo cual llegó a constituirse la empresa estatal Ente para la Construcción de la Nueva Capital (ENTECAP).
La dura realidad del país se encargó de enterrar las grandiosas visiones de Alfonsín. Después de un 1986 con una inflación acumulada del 82%, 1987 registró un 175%, desatando una crisis económica pocas veces vista, una situación que derivaría, dos años más tarde, en su retiro anticipado de la Presidencia.
Mucho tiempo después, ya fuera de la Casa Rosada, Alfonsín diría que la mudanza capitalina fue uno de sus grandes fracasos: "Me tendría que haber mudado aunque sea en carpa a Viedma. Eso hubiera cambiado todo".
ds