La situación de violencia generada por el narcotráfico que se vive en vastas zonas de la ciudad de Rosario está completamente al margen del control de autoridades y de la ley: así se suman a diario nuevas ejecuciones, en las que la tarea de la policía se limita a algunas pericias y la recolección de testimonios o las balas utilizadas. Tampoco sirvieron de nada los anuncios que se hicieron de fuerzas que enviaría el Gobierno nacional, y este sábado sicarios no solo ejecutaron a un joven de 26 años en un auto estacionado, sino que también mataron a su bebé de apenas. La mujer que los acompañaba resultó gravemente herida, y está internada en un hospital local.
El cruento episodio se registró alrededor de las 20 en la intersección de las calles Colombia y Schweitzer, en el noroeste de la ciudad, cuando la pareja se encontraba con el bebé a bordo de un auto Audi A4. En ese momento pasó por el lugar una camioneta Ford Ranger de color blanco, que se detuvo y bajaron cuatro sujetos armados, que dejaron al Audi bajo una lluvia de balas.
Del joven asesinado solo se indicó que su nombre era Marcos y tenía 26 años, mientras que su hijo de 8 meses también murió en el ataque. La investigación del hecho solo consignó hasta el momento que a unas cuadras del lugar fue hallada una camioneta similar a la utilizada en el ataque, completamente incendiada, y se estima que pudo ser la que los sicarios quemaron para eliminar las huellas del crimen que habían cometido poco antes.
En tanto, la pareja de Marcos y madre del pequeño lucha pr su vida en un hospital rosarino.
Horas antes de ese ataque, se había informado de tres crímenes cometidos en apenas cuatro días en el barrio Empalme Graneros, no muy lejos del lugar de la masacre del Audi. En esos hechos murieron ejecutados tres hombres, en hechos también relacionados directa o indirectamente con el tráfico de estupefacientes. Esos hechos de sangre, más el doble crimen de este sábado llevaron a 86 el número de asesinatos en Rosario en lo que va de 2022.
HB