El Gobierno nacional, la oficina regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y los representantes de la sociedad civil que conforman el Comité Nacional para los Refugiados (Conare) avanzarán en la elaboración de un protocolo para la recepción de pedidos de asilo en las fronteras argentinas mientras se extienda la pandemia. La decisión se adoptó 24 horas antes de que se difundiera el último reporte anual de la ONU sobre desplazados globales que muestra un incremento de casi 10 millones de personas forzadas a abandonar sus hogares en 2019.
A diferencia de Uruguay, cuyo decreto de cierre de fronteras a los extranjeros contemplaba la excepción del pedido de asilo, el de Alberto Fernández no lo hace de manera explícita y esto generó cierta preocupación en diversas organizaciones de la sociedad civil que velan por la situación de los refugiados, los peticionantes y los migrantes en general. Desde el Gobierno aseguran que, en la práctica, nunca dejaron de contemplar el reclamo de protección internacional a lo largo de estos tres meses de restricciones fronterizas ya que, para invocar ese derecho, la ley argentina fija que los solicitantes deben encontrarse dentro del país o en sus fronteras.
Para invocar ese derecho internacional a la protección, la ley argentina fija que los solicitantes deben encontrarse dentro del país o en sus fronteras.
La idea de avanzar en la elaboración de un documento concreto busca poner sobre el papel una conducta que hasta ahora se manejaba con la discreción de la Dirección Nacional de Migraciones. Se trata de una recomendación para estandarizar la respuesta frente a estos casos que arriban a los cruces habilitados en medio de las restricciones fronterizas vigentes desde marzo. De partida, la idea cuenta con el aval de las autoridades del organismo ejecutor, la Dirección Nacional de Migraciones, para avanzar en esa dirección.
El próximo paso es consensuar un borrador que será sometido a votación en el próximo encuentro de la Conare, el 8 de julio, siempre y cuando no surjan observaciones por parte de alguno de las partes que puedan demorar su aprobación. Será la agencia especializada de las Naciones Unidas, Acnur, quien se ocupe de labrarlo para que luego circule entre los miembros de la comisión. Hoy la Conare reúne, en su mesa de decisión, a un representante de Interior, la Cancillería, Justicia —el único que no llegó a nombrarse aún—, Desarrollo Social y el Inadi, además de un miembro de Acnur y otro de una organización de la sociedad civil.
La agencia especializada de las Naciones Unidas, Acnur, se ocupará de labrar el bosquejo del protocolo para que luego circule entre los miembros de la Conare.
Hoy se difundió el último reporte de Tendencias Globales que describe la evolución del número de desplazados a nivel internacional con un nuevo récord: 79,5 millones de personas debieron abandonar su hogar en 2019 por peligrar su seguridad. Equivale ya, según la agencia, al 1 por ciento del total de la población mundial. Es, además, una cifra superior a la de 2018 (70,8 millones) que prácticamente se duplicó a lo largo del último lustro. En 2014, el número de desplazados alcanzaba los 40,1 millones.
En la Argentina, hay 3.881 refugiados y 8.044 personas que solicitan la condición de refugiado y aún no les fue concedida. Es el último registro oficial de Acnur con fecha en abril de este año. A nivel sudamericano, figura cuarto detrás de Ecuador (56.624), Brasil (32.860) y Venezuela (8.945). Los dos primeros absorbieron gran parte del éxodo venezolano en años pasados mientras que la nación bolivariana supo dar cobijo a otras nacionalidades en el pasado aunque ahora solo tiene pendiente de resolución 49 pedidos de asilo.
A nivel sudamericano, Argentina figura cuarto en cantidad de refugiados detrás de Ecuador (56.624), Brasil (32.860) y Venezuela (8.945)
Asimismo, Argentina se ubica séptimo en cantidad de peticiones en trámite, por detrás de Perú (487.078) —otro de los destinos finales para gran parte de los caminantes venezolanos—, Brasil (207.309), Ecuador (104.574), Uruguay (13.750), Colombia (9.119) y Chile (2.053).
En lo que respecta a la comunidad venezolana en el país, también registró un crecimiento exponencial los últimos años, casi duplicando su población desde 2015. Acorde al último dato de abril de 2020, en el reporte de Acnur, suman 173.343 venezolanos en Argentina. El gobierno de Juntos por el Cambio, como parte de su política exterior, les extendió una serie de facilidades para su arribo al país concernientes en flexibilizar documentaciones para arrancar los trámites de radicación, si bien no todos pudieron completarlo. Algunos apelaron, en paralelo, al instituto del refugio.