A dos semanas de que vuelvan las clases presenciales en la ciudad de Buenos Aires, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, adelantó que el protocolo contempla que los docentes de la Ciudad puedan dar clases presenciales en más de una escuela o a distintos grupos en un mismo establecimiento.
"Podrán dar clases no sólo en distintas escuelas sino en diferentes grupos dentro de cada escuela", sostuvo la funcionaria este miércoles 3 de febrero en diálogo con Radio Continental. La medida está contemplada dentro del protocolo presentado para el regreso a clases, pero fue rechazada por los gremios docentes.
Más del 70 por ciento de los docentes secundarios, según explicó Acuña, tienen concentradas sus horas en una misma escuela “pero tienen muchos grupos", explicó en relación a las "burbujas" de alumnos. Estas burbujas, reiteró, son grupos de alumnos de acuerdo a cada grado, lo que se implementará para que los alumnos no se curcen con otros compañeros del colegio.
"Este año aprendimos que es posible que los docentes puedan compartir burbujas porque tienen otras medidas de cuidado, tiene un distanciamiento mayor con los estudiantes, tienen además del barbijo una máscara de acetato", analizó la ministra.
Las medidas de seguridad en el regreso a clases
Para asegurar la presencialidad de las clases, Acuña sostuvo que los docentes y también el personal no docente serán testeados dos veces antes del comienzo de las clases el próximo 17 de febrero. Estos tests comenzarán el próximo lunes 8 de febrero, para lo que la administración porteña implementó tres centros destinados a realizar esas pruebas.
Respecto del protocolo que tendrán los alumnos, detalló que ingresarán por turnos "para evitar amontonamientos", al entrar se les tomará la temperatura y deberán colocarse alcohol en gel, que estará dispuesto en la entrada de los establecimientos.
A partir del protocolo presentado a los gremios, la ministra aclaró que cada establecimiento lo adaptará de acuerdo a sus capacidades edilicias. "Cómo se van a ordenar ediliciamente va a depender de cada escuela. Para eso, se van a utilizar todos los espacios disponibles, como el SUM, el comedor, la biblioteca", dijo. Y finalizó: “Solo define los criterios generales y cada escuela lo adapta a sus características".
La recusación al juez Gallardo
A días del regreso a la presencialidad en las aulas porteñas, el juez Roberto Gallardo había convocado al ministro de Salud, Fernán Quirós, a Acuña y a cuatro gremios docentes a dar explicaciones sobre los procedimientos que se implementarán en el inicio del ciclo lectivo. Sin embargo, la administración de Horacio Rodríguez Larreta recusó al magistrado por considerar que presenta una "manifiesta parcialidad" en el proceso, ante una posible suspensión del regreso a la actividad presencial.
"Es evidente que el magistrado tiene intención de suplir la actividad que le compete a los litigantes, confundiendo su rol de director del proceso con el de parte, resolviendo por fuera de lo requerido, y en clara contraposición con las reglas procesales a las que debiera atenerse, vulnerando las garantías constitucionales del Gobierno de la Ciudad", explica uno de los argumentos del escrito presentado.
En tanto, la Ciudad fundamenta una convocatoria "discriminada" a los gremios docentes sin una petición de las partes, "que excede absolutamente su competencia y actuación en el proceso. El documento se refiere a la citación de solamente cuatro de los diecisiete sindicatos "sin siquiera intentar argumentar por qué esa discriminación". Se trata de Unión de Trabajadores de la Educación (UTE Capital); Asociación Docentes de Enseñanza Media y Superior (ADEMyS); Unión Docentes Argentinos (UDA), y Sindicato de Educadores de Buenos Aires (SEDEBA).
Ahora, el magistrado porteño dejó la causa hasta tanto se resuelva ese trámite judicial y, en el caso que se acepte la recusación, Gallardo dejará de ser el juez en la causa.
A.G./ CP