Más de 30 personas resultaron heridas en un terremoto de 6,1 grados de magnitud que sacudió este jueves la región de Tokio, en Japón, mientras también en el sur de Pakistán se produjo un sismo, en este caso de 5,9 grados y con un saldo más grave, ya que hasta el momento se reportaron al menos 20 muertos y más de 200 personas heridas.
En la capital japonesa, el saldo actualizado del movimiento telúrico fue de 32 heridos, en su mayoría leves y casi todos pasajeros que viajaban en un tren que descarriló, al tiempo que también se produjeron varios focos de incendio en un edifico céntrico y dos refinerías. No se produjo alerta de tsunami, aunque en el centro de Tokio temblaron muchos edificios y la gente salió corriendo a la calle, mientras se activaban las alarmas de los teléfonos celulares para darles tiempo de ponerse a salvo.
El epicentro del terremoto se situó a 80 kilómetros de profundidad en el departamento de Chiba (al este de la capital), según informó la agencia AFP.
La circulación de trenes locales y de alta velocidad se suspendió de inmediato por precaución, y su funcionamiento ya en viernes por la mañana todavía sufría retrasos.
También hubo controles en las centrales nucleares, sin que se hayan señalado anomalías. "Por favor, tome medidas para proteger su vida y esté pendiente de las últimas informaciones", tuiteó el primer ministro japonés Fumio Kishida, elegido el lunes por el Parlamento.
Japón se halla en el "Anillo de fuego" del Pacífico, un arco de intensa actividad sísmica que se extiende por el sudeste asiático y la cuenca del Pacífico hasta América del Sur.
Las estrictas normas de construcción japonesas permiten que los edificios resistan fuertes temblores. La semana pasada ya se sintió un terremoto de magnitud 6,1 en la costa noroeste de Japón, que tampoco provocó daños de consideración. El país sin embargo siguetormentado por el terremoto y tsunami de 2011 (más de 18.500 muertos), que provocaron la catástrofe nuclear de Fukushima.
En Pakistán, la más afectada fue la remota ciudad de Harnai
En el caso de Pakistán, el sismo ocurrido a poca profundidad en la provincia sureña de Balochistán, repercutió en al menos seis ciudades y otros poblados, pero el área más afectada fue la ciudad montañosa de Harnai.
Al menos 20 personas murieron y más de 200 resultaron heridas en ese terremoto de 5,9 grados que estremeció el sur de Pakistán en la madrugada del jueves, causando el derrumbe de techos y muros cuando la gente todavía dormía.
En una aldea de ese distrito, con pocos caminos pavimentados y escasa infraestructura eléctrica, la sacudida despertó al granjero Rafiullah, que trataba de poner a salvo a sus hijos cuando el techo de su casa se derrumbó y lo dejó inconsciente. "Cuando recuperé la consciencia, saqué a dos de mis hijos, pero el más joven, de apenas un año, ya había muerto", decía el desolado padre, junto al cadáver de su bebé, cubierto por una manta.
Muchas de las víctimas murieron por el derrumbe de techos y muros, mientras también se produjeron apagones que obligaron a los rescatistas a usar linternas para atender a los heridos.
Los mismos lugareños trataban de apartar los escombros de color ocre en los que se habían convertido sus casas. Niños con vendajes y caras manchadas sentados en camillas guardaban un silencio roto por las ambulancias y los helicópteros.
"Estamos recibiendo información de que 20 personas murieron por el terremoto", indicó el ministro provincial del Interior, Mir Zia ullah Langau, agregando que "cientos de casas de barro fueron dañadas". Una mujer y seis niños figuran entre los 20 muertos, indicó a AFP Suhail Anwar Hashmi, alto cargo del gobierno provincial, quien agregó que "más de 200 personas resultaron heridas".
AFP/HB
