Una falsa amenaza de bomba en la AMIA obligó a la evacuación del edificio
Durante el transcurso de la mañana, en el edificio ubicado en la calle Pasteur se recibió una amenaza de bomba. Después de revisar el edificio, la Policía Federal, confirmó que se trató de una falsa intimidación.
Amia. |
Marie Claire
Durante el transcurso de la mañana, en el edificio de la AMIA, ubicado en la calle Pasteur de la ciudad de Buenos Aires se recibió una amenaza de bomba. Después de revisar el edificio, la Policía Federal, confirmó que se trató de una falsa intimidación.
La Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) recibió este miércoles una amenaza de bomba que llegó vía e-mail. Ante el mensaje intimidatorio se llamó al personal del Departamento Explosivos y Riesgos Especiales de la Superintendencia Federal de Bomberos de la Policía Federal Argentina que trabajó en lugar en busca de explosivos. Tras no registrar ningún dispositivo amenazante confirmaron que se trató de una falsa alarma. Desde que se dio el alerta de la mutual, personal de ciberdelitos de la policía federal está trabajando para determinar el origen del IP desde donde se emitió el mail.
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La jornada del 9 de noviembre pasado estuvo marcada por una serie de amenazas -30 se constató con el avance de la investigación- de bomba registradas en las estaciones de trenes de las líneas Roca y Sarmiento, del subte de la Ciudad de Buenos Aires, la cámara nacional electoral, dos establecimientos educativos de la Ciudad de Buenos Aires y en la Casa Rosada. Tras un arduo despliegue policial se corroboró la falsedad de los llamados.
Días más tarde y como consecuencia de un trabajo conjunto entre diferentes departamentos de las fuerzas de seguridad, se realizaron allanamientos simultáneos que dieron con el grupo de jóvenes que realizaron los llamados. En esa ocasión y a través de las pesquisas, se pudo establecer que las amenazas eran realizadas "a través de varias líneas telefónicas de la empresa Telecentro que utilizan una nueva tecnología que canaliza las llamadas a través de una conexión a internet".
Esa investigación estuvo a cargo de funcionarios policiales con la colaboración de especialistas de áreas de Antiterrorismo y Cibercrimen, bajo la dirección del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N.º 10, a cargo de Julián Ercolini.
El 10 de octubre, tres días después de desatarse el conflicto en medio oriente entre el grupo terrorista Hamas e Israel, la embajada de Estados Unidos y su par israelí recibieron diferentes amenazas. En aquella oportunidad y tras un fuerte operativo policial, se comprobó que ambas intimidaciones habían sido falsas.
Ambas advertencias también llegaron vía correo electrónico con la frase: "Judíos, los vamos a matar a todos". En ambos casos, la Justicia Federal de turno inició una causa por “intimidación pública”.
Atentados en la Argentina
El 17 de marzo de 1992 la Argentina fue víctima del primer atentado terrorista en nuestro país. El ataque causó 22 muertos y 242 heridos y destruyó completamente la sede de la embajada de Israel y del consulado, ubicadas en los números 910 y 916 de la calle Arroyo de la ciudad de Buenos Aires.
En diciembre de 1999, la Corte Suprema dictaminó que el atentado, que provocó la muerte de 29 personas, “fue organizado y llevado adelante por el grupo terrorista denominado Jihad Islámica, brazo armado del Hezbollah”. En su fallo de 1999, el máximo tribunal responsabilizó a la Jihad Islámica por el atentado y afirmó que ese ataque se produjo como consecuencia de la detonación de una cantidad importante de explosivos ubicados en la parte posterior de una camioneta Ford F-100, que ocurrió fuera del edificio de la delegación diplomática.
Dos años más tarde, el 18 de julio de 1994, la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) fue víctima del segundo atentado sufrido bajo la presidencia de Carlos Menem. En esa ocasión el ataque terrorista perpetrado por un coche bomba dejó un saldo de 85 muertos y 300 heridos.
El 13 de junio de 2023, el juez federal Daniel Rafecas solicitó a Interpol la captura internacional de Omairi, luego que el Fiscal de la Unidad AMIA, Sebastián Basso, lo acusara –junto a Hussein Mounir Mouzannar; Alí Hussein Abdallah y Abdallah Salman- de desempeñar un rol clave en el atentado contra la sede de la AMIA de 1994.
En función de ello, el Gobierno Nacional solicitó su extradición a Brasil para que sea juzgado por la Justicia argentina, pero la constitución de ese país prohíbe la extradición de ciudadanos y naturalizados.
Farouk Abdul Hay Omairi está imputado de formar parte y/o cooperar con la organización que facilitó las actividades para perpetrar los atentados con explosivos en la ciudad de Buenos Aires, los días 17 de marzo de 1992 y 18 de julio de 1994.
