El gobierno de Nicolás Maduro reaccionó este sábado con furia ante la decisión de la Secretaría General de la Comunidad del Caribe (Caricom) de aceptar el dictamen emitido el viernes por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que ordenó a Venezuela que “se abstenga de cualquier acción” que pueda “modificar” la situación actual en el Esequibo, la rica zona petrolera en disputa con Guyana. Caracas sostuvo que esa es una medida cautelar que no alude al referéndum consultivo convocado para este domingo, por lo que mantuvo en pie ese plebiscito que fue justamente lo que había motivado que Guyana llevara el tema al tribunal de La Haya.
“La Caricom espera que Venezuela respete la orden de la CIJ del 1° de diciembre de 2023. También insiste en que Venezuela cumpla con el derecho internacional en todos los aspectos y con la Carta de las Naciones Unidas”, hizo saber la organización en un comunicado repudiado con dureza las declaraciones que había hecho el ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil.
Venezuela reclama la soberanía de la zona del Esequibo ante Guyana, que ha pedido a la CIJ que interceda a la espera de un examen más a fondo sobre esta cuestión. La corte, con sede en La Haya, pidió en consecuencia a Caracas que no dé ningún paso unilateral en un “territorio en disputa” que al día de hoy administran las autoridades guyanesas.
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Sin embargo, frente a ese pedido de La Haya, el gobierno de Maduro confirmó que la consulta popular de este domingo en la región, rica en petróleo, desoyendo así los reclamos internacionales de moderación y enfatizando que la nota que difundió la Corte de La Haya no se refiere en forma puntual a la consulta.
Mientras tanto, el gigante regional, Brasil, con el que ambos vecinos comparten frontera, solo destacó que había “reforzado” su presencia militar en la zona limítrofe, reiterando la “preocupación” que el asunto genera en Brasilia.
El conflicto territorial se remonta al siglo XIX, pero la tensión política ha aumentado en los últimos meses, entre otras razones después de que la CIJ se declarase competente sobre el caso, en contra del criterio de Venezuela, que además denuncia injerencia de Estados Unidos y de sus compañías petroleras ante el hallazgo de reservas. Guyana quiere aprovechar los recursos naturales de la zona, también conocida como Guayana Esequiba.
En este sentido, la Caricom recuerda que “la controversia Venezuela-Guyana se encuentra debidamente ante la CIJ por decisión del secretario general de Naciones Unidas para un ‘arreglo final’, de conformidad con las disposiciones del Acuerdo de Ginebra de 1966, al que están obligados tanto Venezuela como Guyana”.
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“Caricom exige que Venezuela proceda con sus reclamos dentro de la ley y el proceso legal”, añade la organización.
En respuesta, el ministro venezolano ha trasladado su “rechazo categórico” a este comunicado. En una nota de Exteriores, Venezuela acusa a la Caricom de mentir “de forma descarada” y de omitir “intencionadamente” que la CIJ “rechazó de manera unánime la temeraria pretensión de Guyana de intentar limitar los derechos políticos de los venezolanos e impedir la realización de la consulta popular convocada por la Asamblea Nacional de Venezuela”.
Exteriores añadió: “Resulta insólito que la referida secretaría haga malabares para evitar referirse al taxativo llamado de la corte, hacia el gobierno de Guyana, a detener las acciones deliberadas de agravamiento de la situación de la controversia”.
“La República Bolivariana de Venezuela hace un llamado a los países socios de la Caricom a retomar la objetividad, alejándose de juicios preconcebidos en la transnacional petrolera Exxon Mobil y el Comando Sur de Estados Unidos, de manera de seguir garantizando una historia de cooperación, integración y paz en nuestra región”, concluye la nota.
