Un estudio realizado por el Laboratorio Estadístico del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) indica que las exportaciones de vinos fraccionados en febrero de 2021 aumentaron 22,3% con respecto al mismo mes del año pasado y ya acumulan un incremento del 12% en el bimestre de este año.
El informe destaca que crecieron todas las categorías, por tipo de vinos y envases y se advierte una buena recuperación de los espumantes luego de un año que estuvo complicado por la pandemia de COVID 19. Del total de 160.074 hectolitros (hl), se enviaron 136.399 varietales, así como 21.724 hl sin mención varietal. Por su parte, se exportaron 1.876 hl de espumosos y 75 hl de otros vinos. Los principales destinos en el bimestre fueron Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, Canadá y Paraguay.
Argentina es el país que más creció en exportaciones de vinos en 2020.
El presidente del INV, Martín Hinojosa, comentó que el resultado en valor FOB es positivo para los vinos fraccionados ya que en los dos primeros meses de 2021 alcanzaron los 110 millones de dólares que representa un aumento del 8,3% con respecto al año anterior. EEUU, Canadá, Brasil y Paraguay lideran este crecimiento en volumen y valor".
Hinojosa explicó que "las ventas argentinas de vinos a granel están sufriendo una caída por la falta de oferta exportable, con muy bajos stocks disponibles y a la espera de que estén disponibles los vinos de la nueva cosecha. A pesar de esto las exportaciones totales de vinos, granel más fraccionado, crecen en valor FOB casi un 2%, impulsadas por el crecimiento de estos últimos que, en este momento, se han transformado en la locomotora del comercio exterior de la vitivinicultura de nuestro país".
Contraste
Patricia Ortiz, presidenta de Bodegas de Argentina, que representan el 90% de la exportación y el 70% del mercado, señaló pocos días atrás que “si bien los números muestran un crecimiento de volumen real en el último año para nuestra vitivinicultura, no compensa la inmensa caída que el sector viene teniendo en los últimos 10, ni la caída en facturación, ni la rentabilidad”.
También reafirmó que “si bien creció el consumo por encima de los 20 litros, el gasto por habitante registró su menor nivel desde 2015”. Según Ortiz, “hace una década que el sector vitivinícola está estancado. Hemos perdido 20% del mercado interno de vinos y estamos exportando 15% menos que hace diez años. La vitivinicultura Argentina, no las bodegas, es quien no puede competir con semejante carga.”
LM