La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) informó la semana pasada que el consumo de carne vacuna por habitante por año en octubre de 2020 (promedio de los últimos doce meses) se ubicó en 50 kg/habitante/año.
En tanto, el consumo de carne de pollo pasó de los 48 kg/hab/año a 50 kg/hab/año, marcando un hito en la comparación histórica con la carne vacuna. Según Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), “entre octubre de 2019 y marzo de 2020 teníamos una perspectiva y a partir de marzo con la pandemia todo cambió. Se afectó sensiblemente el comercio internacional con reacciones dispares en el mercado interno. Como pasa desde los últimos 13 años, cada vez que hemos dado un salto de consumo, se mantuvo”.
El consumo de carne vacuna en octubre mostró un descenso del 2,6% (1,3 kg/hab/año). En los últimos dos años, el retroceso alcanzó el 13% (7,5% kg/hab/año).
El presidente de CEPA señaló que "para 2020 estimábamos un 10% de crecimiento para pasar de las 270 mil toneladas a 305 mil, pero con la pandemia los envíos comenzaron a bajar por lo que creemos que vamos a terminar el año con una media de 20 mil toneladas por mes, es decir un total anual de 240 mil toneladas”.
Para 2021, Domenech estima que no habrá un crecimiento en la producción. “Vamos a tratar de mantener las producción que tenemos y trabajaremos sobre inversiones. La exportación el único elemento que le da previsibilidad a la oferta al sector productor, porque de lo contrario quedamos muy expuestos al mercado porque el producto tiene un límite para guardar, congelar y si no se puede exportar hay que pensar en reducir la producción”.
