La Cámara de la Industria Nacional Equina (CAMINE) difundió un comunicado donde señala que “observa con gran preocupación el lento pero incesante avance de la anemia infecciosa equina (AIE) -también conocida como fiebre de los pantanos-, una enfermedad altamente contagiosa en los caballos que no tiene cura, que puede tener graves consecuencias en toda la cadena productiva y para cuyo control hace falta un plan de acción integral que involucre a todos los actores”.
Por ese motivo, las 12 instituciones que conforman la Comisión Nacional de Sanidad Equina se reunieron con funcionarios del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) para impulsar un plan nacional de control.
Esta enfermedad no tiene cura y un caballo con anemia puede contagiar a todos los caballos cercanos.
“La anemia equina se conoce pero no se tiene conciencia del nivel de daño que le produce a la industria. Cuando aparecen casos resonantes en algún hipódromo todos corren alarmados pero en muy poco tiempo se baja la guardia y la enfermedad sigue latente. Es una batalla que la enfermedad nos va ganando, hay casos cada vez más cercanos y hay provincias en las que ya es endémica”, advierte Carlos Dodera, presidente de la Asociación de Veterinarios Equinos y de la Comisión de Salud y Bienestar Animal de CAMINE.
Dodera agrega por lo general se controla solo a los caballos deportivos o a los que van a eventos, pero no hay todavía mucha conciencia en el campo. “Es fundamental la difusión y la concientización de los graves daños que esta enfermedad puede generar en la industria”, remarca.
Consecuencias
“Si bien no es una zoonosis, afecta terriblemente a la producción equina, porque incide en la longevidad y sobre todo en la performance. Los mismos productores tenemos que ser custodios, tenemos que ser muy responsables para controlarla”, afirma Raúl Etchebehere, presidente de la Asociación de Criadores de Caballos Criollos y miembro de la Comisión Directiva de CAMINE, y remarca: “Como criadores de caballos criollos somos muy estrictos en la sanidad. En mi establecimiento, a todo lo que se mueve se le hace análisis de sangre, y todo animal que ingresa para servicio o lo que fuera, le hacemos análisis, no queremos correr ningún riesgo”.
Cómo se transmite
Según María Barrabegui, investigadora del INTA y profesora de Enfermedades Infecciosas en la escuela de veterinaria de la Universidad del Salvador, la infección se transmite principalmente por insectos vectores como el tábano, y el segundo transmisor es el hombre a través de la vacunación con agujas infectadas.
“Cualquier veterinario conoce muy bien el problema de la anemia infecciosa equina porque nos llega a todos”, asegura Barrabegui, y advierte: “Los caballos deportivos están testeados y figuran en el sistema pero tenemos una gran población de caballos que no están testeados, y hay zonas del país, sobre todo en el norte o el Litoral, en las que la anemia es una enfermedad endémica. No hay recetas para su control, pero hay varios frentes que se podrían abordar y hay muchos actores que deben actuar en conjunto: productores, laboratorios, transportistas, funcionarios…”.
LM