ANÁLISIS

El arbolito de Milei

Como cuando para la Nochebuena uno pedía algo que estaba fuera del alcance económico familiar y en el arbolito se depositaba una marca o producto menos costoso, Milei se deberá conformar con un Presupuesto diferente al deseado.

Alejandro Gomel: “Ya se pone en marcha la maquinaria de buscar la reelección de Javier Milei dentro de dos años” Foto: Agencia NA

Si las promesas no engañan, Javier Milei recibirá estas Fiestas con algunos regalos anhelados. Nadie puede asegurar que se los haya pedido por carta a Papá Noel. Acaso le dedicó algún posteo.

Los presentes, en vez desde el Polo Norte, arribarán del Congreso. Más específicamente, del Senado. Y dependerán de la muñeca política de Patricia Bullrich.

La flamante senadora se comprometió a que este viernes 26 el Presidente tenga el primer Presupuesto de su administración, que arrancó su tercer año. El paquete es doble, ya que también se aprobaría la llamada Ley de Inocencia Fiscal.

Aceleraciones y choques libertarios

Con las sesiones extraordinarias a punto de extinguirse el martes 30, el Gobierno consiguió que Diputados le diera luz verde a esas dos iniciativas. Quedarían otras cuatro enviadas por el Ejecutivo para febrero.

Pero como cuando para la Nochebuena uno pedía algo que estaba fuera del alcance económico familiar y en el arbolito se depositaba una marca o producto menos costoso, Milei se deberá conformar con un Presupuesto diferente al deseado.

Para sorpresa de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, y Diego Santilli, el ministro del Interior, la Cámara de Diputados rechazó el capítulo 11 del proyecto oficial. Ellos creían que tenían los votos como para que les resultara un mero trámite.

Bullrich asegura tener los votos para la aprobación presupuestaria

Sucede que en ese título se congregó un vasto y complejo articulado. Uno de ellos, el más sensible a la hora de la aprobación: la eliminación de las leyes de financiamiento universitario y de emergencia en discapacidad, que el propio Congreso le impuso a Milei y con dos tercios de los votos, para doblegar el veto presidencial.

En nombre del equilibrio fiscal que las universidades y los discapacitados vendrían a poner en peligro, la Casa Rosada hizo trascender la posibilidad de que la caída del capítulo 11 motivara un nuevo veto, esta vez a una norma escrita por el Ejecutivo y a la que se le había respetado hasta las comas.

El dislate duró menos que un suspiro. El Senado aprobó en comisión la media sanción de sus colegas de la Cámara Baja y será lo que trate en la sesión del viernes.

LLA: La Libertad Arrolla

Bullrich también asegura tener los votos para la aprobación presupuestaria, máxime sin el conflictivo capítulo decapitado. La senadora, igual, recela de cierta parsimonia en el cuerpo y apuesta por la ruptura de ciertas tradiciones, como encarar la misión imposible que desde sus provincias, donde celebraron las navidades, quienes componen el Senado lleguen a tiempo a la Ciudad para sesionar. Puede fallar.

Para evitar cualquier sorpresa, y de acuerdo a distintas fuentes legislativas, Bullrich en persona controla un curioso operativo logístico y de transporte para asegurarse de que el viernes haya como mínimo 37 propios y aliados sentados en sus bancas para conseguir el quorum y el respaldo al mutilado Presupuesto 2026. 

El domingo, acaso para estimular el ánimo senatorial, Milei juró que de ninguna manera vetará la norma presupuestaria y que, en todo caso, verá de reasignar partidas para mantener el superávit de las cuentas del Estado. Ese sí es su regalito más preciado. Cueste lo que cueste.

 

ML