Además de geopolítica, a los líderes les preocupan la baja natalidad y los migrantes

En paralelo con el inicio del enfrentamiento bélico entre Israel e Irán, entre el 12 y el 15 de junio transcurrió en Estocolmo, Suecia, el 71º encuentro del elitista Club Bilderberg, que reunió al secretario general de la OTAN con lo más granado de los líderes militares, políticos, empresariales y de medios de comunicación de EE.UU. y Europa, para debatir y coordinar para Occidente políticas estratégicas de mediano y largo plazo.

Desde el sector empresarial, se dieron cita en el encuentro el presidente del Foro Económico Mundial de Davos, Børge Brende; el presidente del laboratorio Pfizer, Albert Bourla; la CEO de Citigroup, Jane Fraser; la directora ejecutiva de Banco Santander, Ana Botín; el CEO del gigante informático Microsoft, Satya Nadella; el presidente de la petrolera Total Energies, Patrick Pouyanné; el director ejecutivo de Deutsche Bank, Christian Sewing; el presidente de Goldman Sachs International, José Manuel Barroso; entre otros.

Por el ámbito militar estuvieron: Mark Rutte, secretario general de la OTAN; Christopher Donahue, comandante del Ejército de EE.UU. para Europa y África; Samuel Paparo, a cargo del Comando Indo-Pacífico de EE.UU.; y Jens Stoltenberg, ex secretario general de la OTAN y actual ministro de Finanzas de Noruega.

Nuestro país ha cedido también terrenos a un radar británico en Tolhuin y a un radar chino en Neuquén"

Los temas que se trataron en la reunión discurrieron mayoritariamente por los carriles de los conflictos bélicos contemporáneos, en particular los que involucran a Ucrania y a Oriente Medio. Hubo paneles de debate sobre las “innovaciones en materia de defensa e Inteligencia Artificial”, la “proliferación de armas nucleares” (con especial preocupación por el caso de Irán), el enfrentamiento de Occidente con lo que denominan el “Eje autoritario” (en referencia a Rusia, China e Irán) y la tensa relación entre el proteccionismo de EE.UU. bajo Donald Trump con la Europa liberal, que intenta mantener su proyecto de un capitalismo globalizado. Sin embargo, este año llamó la atención la inclusión como tópico del ítem “despoblación y migración”.

La Patagonia Argentina se dispone a ceder espacio en Ushuaia para una base naval bajo el auspicio del Comando Sur de los EE.UU. (entregando el control sobre un paso bioceánico)"

¿Por qué la despoblación se incluye junto a un listado de temas geopolíticos y militares? Despoblación y migración son dos términos de la misma ecuación. La crisis de natalidad que atraviesa actualmente Occidente responde a una diversidad de causas: cambios culturales introducidos en las últimas décadas con base en modelos de vida individualistas, desincentivo a la formación de familias, promoción creciente de métodos anticonceptivos, y otras formas de “salud reproductiva”. Un cóctel que se suma al estancamiento económico con falta de perspectivas a futuro, parte de una crisis sistémica del capitalismo. Como consecuencia, Europa ve reducida su fuerza laboral autóctona y, entre otros problemas, enfrenta la insustentabilidad de sus sistemas previsionales. Frente a esto, Bruselas ha favorecido, por distintas vías, la incorporación masiva de inmigrantes, muchos de los cuales huyen de países cuyas economías y sociedades han sido previamente destruidas (literalmente) por las políticas militares de Occidente.

El reemplazo de la población autóctona por inmigración masiva, si bien aporta mano de obra barata que reduce costos a la desmejorada producción europea, no solo no resuelve el problema sino que genera otros nuevos. 

Dentro de un paradigma multicultural, tan idealista como forzado, las dificultades de integración y asimilación entre culturas con tradiciones completamente distintas ha venido provocando una mayor conflictividad. A nivel social, desde enfrentamientos callejeros y atentados, al aumento de delitos violentos. 

Alemania facilitará la inmigración para quienes busquen empleo

Desde el plano político, la reacción se ha canalizado en el surgimiento de partidos de “ultraderecha” en toda Europa, un fenómeno nacionalista que abarca a grupos con posturas en muchos casos contrarias a los intereses globalizadores del propio Bilderberg, desde “euroescépticos” que cuestionan el orden de Bruselas, a otros alineados con la demonizada Rusia de Putin o el proyecto MAGA (Make America Great Again) de Trump. 

Bilderberg debatió las formas de neutralizar estas reacciones para así seguir favoreciendo la incorporación de grandes masas de inmigrantes al proceso productivo europeo reduciendo sus “efectos colaterales”.

La despoblación en sí misma es un riesgo geopolítico para cualquier nación que se pretenda soberana, especialmente cuando se dispone de extensos territorios sin habitantes. Su defensa es más difícil y costosa y la tentación para terceros países se incrementa. Una preocupación que debería tener actualmente Argentina.

Hubo paneles de debate sobre el enfrentamiento de Occidente con lo que denominan el “Eje autoritario” (Rusia, China e Irán) y la tensa relación entre el proteccionismo de Donald Trump con la Europa liberal, que intenta mantener su capitalismo globalizado"

Con el octavo territorio más extenso del planeta, la tasa de natalidad de nuestro país ha caído un estrepitoso 40% desde 2014 a la fecha y tiene regiones estratégicas, como la Patagonia, con una bajísima densidad de población (2,2 habitantes por kilómetro cuadrado, de las más reducidas del mundo). Puerta de acceso al continente antártico, pletórica de recursos naturales y paisajes de ensueño, la Patagonia Argentina se dispone a ceder espacio en Ushuaia para una base naval bajo el auspicio del Comando Sur de los EE.UU. (entregando el control sobre un paso bioceánico). 

Por si esto fuera poco, nuestro país ha cedido también terrenos a un radar británico en Tolhuin y a un radar chino en Neuquén, amén de tener ocupadas sus Islas Malvinas por Gran Bretaña desde 1833. Alejada geográficamente de los principales conflictos mundiales, una Patagonia despoblada bien podría constituirse en una tierra anhelada por potencias caídas en desgracia en busca de nuevos espacios o por aquellas que quieran tener un control efectivo sobre la Antártida, una de las principales reservas de petróleo y agua potable del mundo.

Nos guste o no, el encuentro elitista de Bilderberg piensa a largo plazo cómo favorecer, en distintos planos, los objetivos de la OTAN. En un mundo en guerra: ¿quiénes elaboran en la Argentina planes estratégicos para la defensa de nuestros propios intereses?

*Periodista e investigador, director del sitio de análisis geopolítico Kontrainfo.com