“Habrá cercanía”, dice Sotelo sobre el vínculo con León XIV

Una vez que Robert Prevost fue designado como nuevo líder de la Iglesia Católica, Nahuel Sotelo, el secretario de Culto y Civilización de la Nación, solo tuvo palabras de elogios. Y habló de los aspectos positivos y lo que representa para la Argentina contar con un líder que conoce la región.

En una conversación con PERFIL, el funcionario, en la previa de su viaje al Vaticano para presenciar la ceremonia de asunción de León XIV, dijo que la elección de Robert Prevost “fue la mejor posible” y explica por qué que no representa una continuidad, o una ruptura con el mandato del fallecido Jorge Bergoglio.  

—¿Qué sensación le generó la designación de León XIV al frente de la Iglesia Católica?

—Una enorme alegría. Es un Papa americano, que estuvo en Perú muchísimos años, en nuestro continente y que entiende la situación de América Latina, comprende el contexto que atravesamos. Vemos que habrá cercanía. De hecho, en su primera alocución como Papa dio unas palabras en español. Eso marca un gesto. Fue la mejor elección posible.

—¿Representa una continuidad del mandato de Francisco por las ideas que tiene y por críticas que mantuvo en el pasado, como la política inmigratoria de Estados Unidos?

—Es un error ver la designación en esos términos, además con una mirada local exclusivamente. Fue una elección del espíritu santo, dogmática, que consagró a nuestro líder que sigue la línea de San Agustín. Es el sucesor de Pedro. Hay que entender que la Iglesia Católica no representa un gobierno tradicional, es algo dogmático. Por lo cual, no hay que ver la llegada de León XIV como una ruptura o cambio en relación a Francisco.

—¿Cómo imagina la relación con la nueva autoridad del Vaticano?

—Positiva. Ni bien tuvimos la noticia, el presidente Javier Milei confirmó que quiere ir a verlo. Va a estar presente en la asunción. Nuestra relación va a estar basada en las políticas de buena fe.  

—¿Se comenzará a planificar una reunión con el líder de la Iglesia Católica?

—Es muy temprano para eso, es todo muy reciente. Es la idea, pero no hay que apresurar los tiempos.

—¿Qué legado resalta de un Papa disruptivo como Francisco, que incluso ha criticado políticas del oficialismo?

—Es un legado muy fuerte, Francisco rompió muchos esquemas. Creo que lo más importante es que deja una Iglesia Católica en plena expansión, que logró captar nuevos fieles, que abrió fronteras y tuvo presencia en continentes como África y Asia. Los viajes que hizo fueron muy importantes y constituyeron un hecho novedoso. Por otro lado, incentivó el diálogo interreligioso, recibió y conversó con líderes del judaísmo, musulmanes. Para uno fue muy positivo.

—¿Cuál va a ser el foco de su gestión este año?

—Como toda gestión, está atravesada por distintos aspectos, positivos, hay dificultades. Principalmente, nuestro foco va a estar concentrado en la defensa de los derechos humanos y la agenda del Presidente en distintos foros internacionales, como la Organización de la Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Americanos (OEA). Creo que dimos un paso muy importante el pasado 24 de marzo, al exponer el caso del capitán Viola y pedir que su crimen sea declarado delito de lesa humanidad.

 —¿En cuanto a los cultos?

 —La idea es profundizar relaciones, como lo hemos hecho hasta el momento. Desde mi llegada a la gestión, hemos conversado y mantenemos reuniones periódicas como representantes de distintas religiones. En Cancillería llevamos adelante desayunos en los cuales han estado todos. Fomentamos el diálogo interreligioso.

—Hay un actor particular, Jorge García Cuerva, el arzobispo de Buenos Aires, que tiene una mirada crítica sobre políticas del Gobierno, como la pobreza, la situación de los jubilados, ¿es una relación difícil?

—No es cierto que tiene una mirada crítica. En lo personal, tengo una muy buena relación con él, de hecho a veces participo de las misas que encabeza.