Hasta el 11 de agosto se expone en el Centro Cultural Borges la muestra El Surrealismo de Dalí, que reúne alrededor de cien obras entre esculturas, grabados, serigrafías y litografías del artista español, con la curaduría de Ignacio Shanahan.
Las piezas expuestas fueron seleccionadas de una colección privada radicada en Argentina de más de 300 obras que fue originada en 1999 con el objeto de divulgar la obra de Dalí y forma parte del patrimonio cultural de nuestro país.
Se trata de la misma colección sobre la que se realizó la muestra tributo en el C.C.Borges cuando se cumplieron los cien años del nacimiento del artista en 2004, conocido entonces como "el Año Dalí".
La exposición está organizada en distintas series como la del Tarot, la Daliniana, los Apóstoles o Casanova, entre otras, y se apoya en textos curatoriales que dan un marco teórico a las diferentes secciones y ayudan a comprender al artista.
"Toda esta muestra es meterse adentro de la cabeza, el objetivo es armar algo que te deje inmerso dentro de la psicología del artista y entender que Dalí era mucho más que el personaje que mostraba en público" explica Shanahan, quien hizo un recorrido por la sala del C.C.Borges junto a PERFIL.COM.
"Es un conjunto muy variado y representativo de distintas técnicas, temas y períodos y de los juegos visuales que hacía Dalí".
La información que acompaña a las obras aporta datos sobre la vida íntima del pintor, la variedad de técnicas y materiales que utilizaba, asociaciones libres y citas textuales que enriquecen la experiencia del visitante a lo largo del recorrido.
La muestra se inicia con la serie lúdica El tarot, una recreación de la baraja del oráculo adivinatorio en versión daliniana.
Este grupo de obras está realizado con la técnica litográfica. Algunas de ellas tienen hasta 13 colores, lo que implica una precisión muy avanzada en su manejo y Dalí era un maestro en la utilización de este recurso expresivo.
"Todo está trastocado, hace homenajes a grandes maestros de la pintura o la literatura, al Renacimiento, a la Grecia clásica", explica Shanahan.
"Vemos psicología daliniana típica, pura: Alicia en el país de las maravillas, golondrinas, mariposas, el ciprés -que representa la muerte-, la rosa -que representa la vida-, relojes blandos".
En tanto, la serie "Daliniana" es llamada así porque incluye los temas más significativos y que surgen en un primer momento cuando se piensa en el artista.
"Aquí vemos elementos recurrentes como la Venus de Milo con el torso cortado, el útero transformado en un huevo que viene al frente. Hay hormigas, que significan el trabajo, el tiempo blando habla de la temporalidad, en el fondo tenemos cipreses que hablan de la muerte y todo esto es un gran desierto que es la zona de Figueras donde él nació", señala el curador con visible entusiasmo ante una obra del artista catalán.
El desierto está presente a lo largo de toda la carrera del artista, quien lo convirtió en un elemento ideal para crear escenas oníricas.
"En toda la iconografía daliniana vas a encontrar dos tipos de paisajes diferentes: desiertos, que es una representación de la zona donde él nació, y por otro lado la bahía de Cadaqués. Desiertos o playas".
La serie erótica de Casanova está inspirada principalmente en las memorias del amante italiano, pero también incluye algunas referencias al Marqués de Sade a través de juegos y objetos sexuales, perversiones y sadismo, aunque inmersas en escenas surrealistas en que se mezclan ideas diversas y visiones oníricas.
Además se exponen dos series en las que el artista intenta mirar hacia el futuro. En una de ellas reflexiona sobre el momento en que el ser humano tendrá su primer contacto con inteligencias extraterrestres.
En la otra imagina avances tecnológicos que llegarán a ser parte de la vida cotidiana del ser humano, como medios de comunicación a través de los cuales no sólo se podrá ver y escuchar al interlocutor sino también sentir sus emociones, o una televisión líquido-gaseosa que generará imágenes envolventes alrededor del espectador, entre otros objetos.
"El objetivo de la muestra es armar algo que te deje inmerso dentro de la psicología del artista y entender que Dalí era mucho más que el personaje que mostraba en público".
Ignacio Shanahan, curador de la exposición
"Estas ideas estaban dentro de su cabeza. Planteaba que toda su obra no es más que recuerdos intrauterinos, de cuando estaba en el vientre de su madre, y lo único que hizo fue meterse en ese mundo", dice Shanahan.
El grupo de esculturas que se expone es un trabajo en conjunto de Dalí como artista creador y maestros vaciadores italianos que dominaban la técnica del bronce.
Dalí y el surrealismo
A pesar de que no podría dudarse de que su obra se inscribe dentro del surrealismo, Dalí fue expulsado del movimiento tras haber sido sometido a "un juicio surrealista", entre otras cosas, por su megalomanía, su amor al dinero y no compartir las ideas de izquierda de la mayor parte de los miembros del grupo (se había negado a denunciar públicamente al régimen nazi y sostenía que el surrealismo podía existir fuera de un contexto político).
Ante su expulsión, la célebre respuesta de Dalí fue "El Surrealismo soy Yo". Hoy es considerado por expertos e historiadores del arte como el mayor exponente del movimiento.
"Dalí desarrolló su método Peranoico-Crítico, que era meterse en el mundo irracional y onírico pero de forma consciente, entrar en lo irracional y entenderlo de una forma racional. Ese método estaba ayudado con una herramienta que era la siesta" explica Shanahan.
"Tomaba siestas de entre 10 y 15 minutos mientras pintaba. Si mientras estaba trabajando se sentía cansado, tomaba un juego de llaves y se sentaba en una silla donde se dormía. Cuando los músculos llegaban a la relajación necesaria para que se le abriera la mano, las llaves caían al piso y el ruido lo despertaba. Esa era la siesta que él necesitaba. Era el tiempo justo en el cual su cerebro se 'reiniciaba', el cuerpo se relajaba y podía seguir trabajando renovado. En ese proceso se le mezclaba lo real con lo irreal, en la ida y vuelta al mundo de los sueños", explicó el curador de la muestra.
La exposición "El Surrealismo de Dalí" se puede visitar de lunes a sábados de 10.00 a 21.00 y los domingos de 12.00 a 21.00 en el Centro Cultural Borges, Viamonte y San Martín, CABA. La entrada general cuesta $250. Jubilados y estudiantes abonan $200.