Hasta el 30 de septiembre se presenta en el CCK la muestra "Aleksandr Rochenko, Fotografías de Vkhutemas" con obras del multifacético artista que fuera fundador y máximo exponente del constructivismo ruso.
La exposición, que llega en el marco del Festival de la Luz, fue curada por Aleksandr Lavrentiev, nieto de Rodchenko, y su hija Ekaterina Lavrentiev, junto a Irina Chmyreva e incluye fotografías que se muestran por primera vez en la Argentina.
El material que se exhibe pertenece a la familia del artista y se empezó a organizar hace dos años a través de un laborioso proceso en el que participaron profesionales de Rusia y Buenos Aires.
Durante la presentación de la muestra Gabriela Urtiaga, curadora general de artes visuales de CCK, destacó la importancia de que todo el público "pueda acceder a la obra de Rodchenko y descubrir no sólo su creatividad sino también su compromiso".
La exhibición se centra en el período de diez años en que Rodchenko enseñó en la Vkhutemas, escuela de arte y técnica de Moscú creada en 1920 por Lenin, similar a la Bauhaus de Alemania, y en donde no parecía haber grandes diferencias entre profesores y estudiantes sino que trabajaban unos junto a otros como colegas.
"Todos los artistas jóvenes apoyaban la Revolución e inmediatamente tomaron partido por los bolcheviques." explica Irina Chmyreva al ser consultada por Perfil.com sobre el compromiso político y social en la obra de Rodchenko. "Pero poco a poco se fue desencantándo y finalmente fue muy crítico con el régimen de Stalin".
Los primeros años que siguieron a la revolución rusa se convirtieron en el marco ideal para la obra de Rodchenko. Pintor y diseñador, sus experimentos con la fotografía empezaron cuando dejó de lado sus experimentos con la pintura. De este modo, la cámara se transformó en un instrumento más para crear, a la vez que despertó su interés por la función documental, cultural y social que le brindaba esta nueva herramienta.
A partir de los años 20 se intentó desde el gobierno socialista llevar a la práctica la idea de convertir a Moscú en una ciudad futurista. Lejos del aspecto imperial de San Petersburgo, la nueva capital soviética era hasta ese entonces una ciudad mercantil.
Rodchenko aprovechó las obras de transformación y tomó a la ciudad como un objeto de representación. El contraste entre la nueva y la vieja Moscú atraviesa su trabajo: exploró ángulos, líneas, movimientos y encuadres.
No conforme con ello, sostenía que la labor del fotógrafo no terminaba al disparar, sino que trabajaba sobre el revelado y reencuadraba las imágenes obtenidas buscando los detalles sobresalientes de cada una.
Su ojo convertía actos cotidianos en registros de la sociedad de su tiempo y sus fotos reflejan cómo a través de la revolución cambiaron los vínculos intrapersonales.
Así puede verse, por ejemplo, una imagen que a primera vista parece una mesa familiar pero que en realidad muestra a un grupo de obreros en su horario de almuerzo.
Son famosas las imágenes en picada y contrapicada que serían luego inspiración para una enorme cantidad de fotógrafos, su experimentación con la luz y la composición. Le interesaba la forma en que la fotografía fija podía representar el movimiento.
Rodchenko era fotoperiodista y como tal tenía acceso a lugares desde los que podía realizar tomas de actividades públicas como desfiles o actos de gran relevancia social y colectiva con perspectivas y ángulos poco habituales.
Los trabajos seleccionados para la exhibición incluyen experimentaciones, retratos, paisajes urbanos y fabriles, escenas cotidianas en la Vkhutemas, collages y fotografías realizadas para tapas o páginas dobles de publicaciones editoriales.
La muestra Aleksander Rodchenko, Fotografías de la Vkhutemas se presenta en el contexto del Festival de la luz, dirigido por Elda Harrington y Silvia Mangialardi, y puede visitarse hasta el 30 de septiembre en el CCK, Sarmiento 151, con entrada libre y gratuita. Quienes visiten la muestra también podrán recorrer el resto de las exposiciones que se exhiben en el ex edificio del Correo Central.