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Inauguró una muestra antológica de Max Gómez Canle en el Museo de Arte Moderno

La exposición "El salón de los caprichos" reúne obras de veinte años de producción de un artista que es referente ineludible de la pintura contemporánea argentina.

Max Gomez Canel en el Museo de Arte Moderno
Max Gómez Canle. El Salón de los caprichos en el Museo de Arte Moderno. | María François

Desde el 7 de marzo se exhibe en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de Buenos Aires la muestra Max Gómez Canle. El salón de los caprichos, con la curaduría de Carla Barbero, que reúne trabajos del artista realizados desde 1999 hasta la actualidad.

A partir de la pintura, Gómez Canle lleva adelante un proceso de investigación sobre la historia del arte y establece una relación entre diversos tiempos.

Así puede encontrarse en su obra referencias al renacimiento, el surrealismo, las expresiones geométricas argentinas como el arte concreto y elementos provenientes de la estética de los videojuegos.

"Trabajamos con la idea de evocar un salón tradicional de pintura y sus obras están montadas en un sentido perimetral aunque no cronológico", explicó Barbero durante la inauguración de la muestra.

Max Gomez Canel en el Museo de Arte Moderno
En muchas obras de Max Gómez Canle, el artista se cita a sí mismo y pinta obras que ya fueron pintadas con anterioridad. (Foto: María François).

"Esto se debe a que quisimos pronunciar el trabajo hacia el interior que hace Max en cada una de sus pinturas que es ese salto en el tiempo, como construir imágenes con un valor anacrónico".

En medio de la sala se destaca "Capricho Sudamericano", un telón de más de diez metros que el artista produjo en forma específica en el contexto de la antología y que evoca el universo pictórico local desde Prilidiano Pueyrredón hasta Cándido López.

Max Gomez Canel en el Museo de Arte Moderno
El paisaje es recurrente en la obra de Gómez Canle, quien los aborda desde técnicas y estilos diversos. (Foto: María François)

"Me interesó poder plantear e imaginarme cuál es ese lugar que está al fondo de todas mis pinturas y pensar en ese lugar como un lugar al que le arrojo los ropajes de la tradición pictórica europea" señala Gómez Canle en referencia a Capricho Sudamericano. "Ese es el lugar que habito, incluso en mi mundo de fantasías, y al que continuamente vuelvo: cómo la tradición pictórica me ayuda a mí a relacionarme con mi propio espacio".

La relación del trabajo de Gómez Canle con el paisaje se remonta prácticamente a sus primeros trabajos. Entre ellos destaca Pampas, de 1999, el trabajo más antiguo que se exhibe en la muestra, que a través de imágenes con reminiscencias metafísicas se constituye en una especie de punto de partida para el resto de su obra.

Max Gomez Canel en el Museo de Arte Moderno
Max Gómez Canle. (Foto: María François)

"Es ese momento del espacio totalmente llano y vacío" explica Gómez Canle sobre Pampas. "Lo trabajé especialmente en grabado, en aguatinta, porque me interesaba pensar en cuál es el grano de la pampa, del espacio pampeano, del espacio americano, cuál es el átomo desde el cual volver a construir propuestas para ese espacio".

En tanto, las figuras geométricas cobran protagonismo con referencias a artistas como Raúl Lozza o Roberto Aizenberg, con figuras que aparecen en forma recurrente en escenarios variados, aunque también existen vínculos con la cultura digital a través de personajes u objetos pixelados.

Max Gomez Canel en el Museo de Arte Moderno
Gómez Canle interviene en el espacio y lo incorpora a la obra. (Foto: María François)

"Cuando pienso en la geometría, que es como ese momento de lo racional en el espacio, me gusta traerlo desde dos vertientes muy distintas: por un lado, la culta y más utópica de los movimientos concretos de mediados del siglo XX, y por otro lado la de los videojuegos, la de la cultura popular, que es generacionalmente mi primer contacto con el mundo de la geometría", señala el artista.

La exposición incluye un proyecto que Gómez Canle lleva adelante desde el año 2000 junto a María Guerrieri llamado "Amigos del siglo XX", que copia imágenes y pinturas de las vanguardias históricas que se entremezclan en la sala con la idea de ponerlas en diálogo con el resto de su producción.

Max Gomez Canel en el Museo de Arte Moderno
Las referencias al Renacimiento son recurrentes en la obra de Gómez Canle. (Foto: María François).

"El proyecto nació  con esta voluntad de tener obras que nos fascinaban y de querer aprender en el proceso, de ver una reproducción de una obra y hacer de médium para que esa obra vuelva a tener un cuerpo" señala Gómez Canle
sobre Amigos del siglo XX

"Entonces, ser en ese momento lo más bajo de la pintura -el copista, el falsificador-, y abordar la posibilidad más específica de la pintura conceptual, de la aparición de lo infraleve, de cómo uno, sí o sí, aparece siempre en la copia".

Max Gomez Canel en el Museo de Arte Moderno
Referencias a los movimientos clásicos europeos y a la geometria vanguardista con diferentes técnicas. (Foto: María François)

La idea de "copia" se repite a lo largo de la obra de Gómez Canle de diferentes maneras: desde el homenaje, la exploración del espacio y la autocita como un lugar de investigación.

En ese sentido, se ven obras en las que toma como referencia pinturas propias, y la razón es que el artista considera a toda su obra como obra en movimiento, obras que son repensadas y modificadas con cada nueva muestra.

Max Gomez Canel en el Museo de Arte Moderno
Capricho Sudamericano fue realizado para la muestra y dialogará con la exposición "Una historia de la imaginación en la Argentina" que el MAMBA inaugurará en abril. (Foto: María François)

"Todo el tiempo tomo imágenes de una gran pileta enciclopédica de la historia de la imagen y de la pintura para volver a utilizar. Una vez que las tomo y las vuelvo pinturas, esas pinturas vuelven a esa gran pileta. Entonces estoy
haciendo este proceso de poder incluso volver a tomar pinturas que ya desarrollé".

Las exploraciones sobre el espacio llevaron al Gómez Canle a realizar unos de sus gestos más recientes: la intervención sobre la arquitectura.

Max Gomez Canel en el Museo de Arte Moderno
Gómez Canle explora el espacio y lo incorpora a la obra. (Foto: María François)

De este modo se apropia del volumen de las paredes y al perforarlas otorga al espacio un carácter escenográfico, le da profundidad y lo convierte en parte de la obra.

En el mismo sentido, en la idea de explorar el tiempo a través de la copia pero también a través del proceso que lleva cada pinturas en concretarse, los óleos sobre pared titulados "Los fósiles" que se exhiben en la antesala operan directamente sobre la idea de temporalidad difusa

Se trata de de cinco pinturas realizadas en tonos grises con mínimos contrastes directamente sobre las paredes.

Max Gomez Canel en el Museo de Arte Moderno
Los óleos sobre pared llamados "Los fósiles" fueron pensados como la huella que deja una pintura al ser descolgada de la pared. (Foto: María François)

"A él le gusta pensar que es como si una pintura hubiera estado mucho tiempo colgada en una pared y cuando uno la saca se encuentra con esta huella", dice Barbero sobre los óleos. "A mí me gusta pensar que podría ser a la inversa, que es más bien el fantasma de una pintura que está apareciendo".

Por su parte, Gómez Canle señala que reflexionó durante mucho tiempo sobre la relación de las pinturas con las paredes y cómo se podría establecer una historia de las paredes con respecto a la historia de la pintura.

Max Gomez Canel en el Museo de Arte Moderno
Vista de la sala en el segundo subsuelo del MAMBA. (Foto: María François)

"Me gustaba llevar al extremo el gesto casi gratuito de la copia y de pintar para generar una imagen" reflexiona el artista.

"Trabajar con contrastes mínimos de óleo sobre la pared para tratar de ir hacia el futuro de una imagen, hacia los restos que va dejando una imagen. También tiene que ver con el resto que queda en la retina cuando vemos mucho tiempo una imagen. Entonces esta sala funciona como una maqueta de la sala grande, pero una maqueta fosilizada".

Max Gomez Canel en el Museo de Arte Moderno
La referencia a los videojuegos en la obra de Max Gómez Canle. (Foto: María François)

Max Gómez Canle Nació en 1972 en Buenos Aires. A mediados de los años 90 estudió pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Sus obras fueron premiadas en el concurso "50ª Aniversario del Fondo Nacional de las Artes"; en el "LXI Salón Nacional de Rosario"; recibió el 2º Premio en el certamen "10 años de Bola de Nieve" y el premio "Ignacio Pirovano" al artista joven del año 2007 otorgado por la AACA/AAICA; ganó el Premio Andreani en 2013 y el de la Fundación Federico Klemm en 2014. En 2009 fue seleccionado para exhibir en "Ventana" cubriendo la fachada del Edificio Del Plata sobre la avenida 9 de Julio en Buenos Aires. Obtuvo la beca arteBA-FLORA para viajar a Colombia. Entre sus numerosas exposiciones, se destacan Condición y cabeza (Fundación Klemm, Buenos Aires, 2016), Invasiones mutuas (Ruth Benzacar Galería de Arte, Buenos Aires, 2014), Fisonomía del tiempo (Flora ars+natura, Bogotá, 2014), y El devenir de una memoria (Galería Casa Triángulo, San Pablo, 2013).

El Museo de Arte Moderno está en Av. San Juan 350, en el barrio porteño de San Telmo y puede visitarse lunes, miércoles, jueves y viernes de 11.00 a 19.00 y sábados, domingos y feriados de 11.00 a 20.00. Los días miércoles la
entrada es gratuita.