El 16 de agosto inauguró en la galería Artexarte Fundación Alfonso y Luz Castillo la exposición "El Neorrealismo y su legado", con la curaduría de Massimo Ghirardini, inspirada en el movimiento surgido en Italia luego del fin de la Segunda Guerra Mundial.
El cine neorrealista marca una ruptura con el estilo edulcorado que dominaba las producciones de la Italia fascista generadas en los famosos estudios Cinecittà, fundados por Mussolini con la idea de competir con las producciones de Hollywood y, por otra parte, aprovechar el potencial propagandístico.
De este modo el género se propuso, sin un manifiesto, testimoniar la cruda realidad italiana de la posguerra. Salió de los estudios y realizó sus producciones en los pueblos, en espacios rurales, en las ciudades. A menudo aparecían en la pantalla personas que no eran actores y los diálogos se improvisaban otorgando así una atmósfera de autenticidad a las escenas.
Según Ghirardini, curador de la muestra, el neorrealismo fue una convergencia de acciones de algunos autores italianos que abordaron temáticas similares en un clima de necesidad de libertad de expresión y deseos de democracia, alejándose de la retórica de su época.
En el espacio de tres plantas se exhiben afiches, imágenes de los sets de filmación, instalaciones, performances y fragmentos de las películas más representativas del período, además de obras de artistas contemporáneos que evocan la estética del género.
Los artistas que exponen son Ariel Ballester, Julien Cachki, Jeremiah Chechik, Karina Chechik, Gruppo Annaraturi, Claudio Larrea, Roberto Pagliani, Gianni Romeo y Salvatore Zito.
La iniciativa del homenaje surgió a partir de una idea de Luz Castillo, poeta, artista plástica, escritora, mecenas del arte y directora del espacio.
"Desde los cinco años mi padre me llevaba al cine y un día vimos una película italiana. Era 1947, yo tenía 12 años y le digo 'papá, ¿esto qué es? ¿Esta gente es así?'. Era el neorrealismo italiano", rememora Castillo con un marcado acento andaluz, herencia de su padre, en diálogo con Perfil.com.
"Nosotros veníamos del cine ingenuo, muy ingenuo, el de Mirtha Legrand... todos vivían en Grand Bourg, usaban camisones y batas de raso blanco, vivían en casa con escalera y tenían auto con chofer. Y si no estaba el cine americano: a Alan Ladd le pasaba el tsunami y no se le movía un pelo, a John Wayne le daban 48 flechazos y el seguía caminando, las mujeres de Hollywood eran todas rubias, eso era lo que estábamos acostumbrados a ver", destaca con gran histrionismo sobre la situación que era habitual en las salas durante los primeros años de la década del 40.
Y luego añade "De golpe vi una película, donde la señora es gorda, con las tetas por acá y la panza por allá, unos ruleros en la cabeza. Eso era un cine que no había visto nunca. La señora va a hacer pis entonces abre la puerta del baño, se levanta la pollera y se sienta en el inodoro, todo frente a la cámara. Martín Heidegger decía que hay una forma de estar instalado en el mundo. Esta forma de estar instalado en el mundo a mí me ocurrió ese jueves cuando yo tenía 12 años".
Luz Castillo, quien en la actualidad también forma parte activa de un proyecto para homenajear a Borges (que se concretará en pocas semanas) y sueña con realizar otro a García Lorca, reconoce la importancia de la influencia de su padre en una vida dedicada a la cultura.
"Yo ya estoy en el cono de sombras del ocaso y hay algunas cosas que no quiero dejar de hacer antes de morirme. Una de ellas era el homenaje al neorrealismo italiano, porque tiene que ver profunda, total, visceralmente, con la figura de mi padre. Que me perdone Freud, pero mi Edipo no está resuelto. Mi madre murió cuando yo tenía dos años, entonces me crié con él. Un librero que me llevaba los sábados a la orilla del río a recitar las cien mejores poesías de la lengua castellana."
En cuanto al homenaje, la muestra "El Neorrealismo y su legado" se completa con ciclos de cine y charlas que se llevarán a cabo en el espacio.
La exposición permanecerá abierta al público hasta el 20 de octubre y puede visitarse de martes a viernes de 13.30 a 20.00 y los sábados de 15.00 a 19.00. Artexarte - Fundación Alfonso y Luz Castillo está en Lavalleja 1062, en el barrio de Villa Crespo, Ciudad de Buenos Aires.