A pocos días de que acabe el año, Airbus trabaja a toda máquina para alcanzar el objetivo de entregar 800 aviones de pasajeros en 2018.
La compañía rival de Boeing maximiza los esfuerzos para cumplir con la meta, para lo cual debe despachar al menos 127 aviones a sus clientes en diciembre. Mientras tanto, el director de marketing, Christian Scherer, y su equipo de ventas siguen a la caza de nuevos pedidos, según el vocero de Airbus Stefan Schaffrath. "El año no ha terminado", indicó el viernes por teléfono.
Tras retrasarse en el calendario este año por fallas de proveedores ligadas a los motores de las aeronaves, Airbus se dio la oportunidad de cumplir su principal indicador al totalizar 89 entregas en noviembre, 15 más que un año antes. Para cerrar la brecha debe registrar la misma cantidad de envíos que gestionó en diciembre de 2017.
Airbus, con sede en Toulouse, Francia, redujo su objetivo inicial de entregar 820 aviones en 2018 durante la presentación de sus resultados del tercer trimestre y también planea incluir el modelo A220 recientemente comprado a Bombardier, lo que aumenta sus posibilidades de alcanzar el nuevo objetivo.
La presión se alivió aún más cuando el mes pasado Emirates, con sede en Dubái, aceptó dos superjumbos A380 que inicialmente se había negado a recibir en una disputa con Rolls-Royce por el desempeño de los motores.
Las cifras oficiales de pedidos y entregas se darán a conocer el próximo mes.
Superar el objetivo de entrega sin recurrir al A220 sería un gran envión para Airbus, aunque podría estar fuera de su alcance. La compañía también se encamina a quedar por debajo de las 810 a 815 entregas que tiene como objetivo Boeing, que mantiene algunas plantas operando durante las fiestas. Eso significa que la empresa estadounidense probablemente retendrá el título de mayor fabricante de aviones del mundo.
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