Alemania, en una medida que tiene el potencial de revolucionar el negocio para sacar un mayor partido al consumo de energía, se está preparando para subastar contratos para proyectos de eficiencia.
Según Thomas Bareiss, secretario de Estado parlamentario del Ministerio de Economía y Energía, que es quien más habla acerca de la política gubernamental sobre el tema, la medida puede brindarles a los hogares y a las empresas la oportunidad de asegurar incentivos para reducir el consumo de energía.
"Queremos apoyar acuerdos que signifiquen los mayores ahorros y aquellos que piden los niveles más bajos de apoyo financiero", dijo el lunes Bareiss en la Cumbre del Futuro de la Energía realizada en Londres. "La eficiencia energética significa que los consumidores y las empresas pueden ahorrar dinero real".
La medida convertiría a Alemania en el primer gran país en ofrecer contratos de eficiencia, agregando un nuevo mecanismo para reducir la contaminación por gases de efecto invernadero que daña la atmósfera. Podría hacer más transparente el pago por la reducción del uso de electricidad y combustibles fósiles, abriendo el camino para que prestamistas regulares financien las obras.
Ingeniería alemana
La ingeniería financiera alemana ayudó a crear la industria solar moderna. Al ofrecer tarifas de entrada por encima del mercado para la energía proveniente de parques eólicos y solares, el país hizo que la venta de electricidad renovable fuera lo suficientemente predecible para atraer a acreedores regulares para respaldar los costos iniciales de esos proyectos. Desde entonces, el país se ha movido hacia las subastas, donde los proveedores de energía ofertan por contratos para suministrar electricidad, medida que ha obligado a los desarrolladores a presionar a la baja los precios.
Dichos mecanismos no han sido probados principalmente en proyectos de eficiencia que actualmente sufren de incertidumbre sobre la rapidez con la que darán frutos, cálculo que se hace más difícil con las fluctuaciones diarias del costo de la energía en los mercados financieros.
Además, dado que la mayoría de los proyectos requiere de inversiones iniciales en tecnologías menos atractivas, como aislamiento y sensores, a menudo son empujados hacia el final de la lista de prioridades corporativas.
Para los financistas, también es difícil tener confianza en los retornos de un proyecto que dará sus frutos no generando ingresos, sino que reduciendo los costos. Un contrato de eficiencia respaldado por el gobierno agregaría estructura a esos proyectos, permitiendo a los prestamistas predecir mejor los rendimientos.
"Es una idea interesante, pero no sé cómo funcionaría", dijo Elchin Mammadov, analista de energía de Bloomberg Intelligence. "Las empresas de servicios públicos están en la mejor posición para hacerlo, pero para ellas es una espada de doble filo. Los que son buenos en cuanto a eficiencia son los que se verán afectados por ello".
Alemania puede implementar un "sistema de subastas para medidas de eficiencia energética", dijo Bareiss. Mientras se preparan los detalles de las subastas, Alemania planea ofrecer 2.000 millones de euros (US$2.300 millones) para renovaciones en viviendas que reduzcan las emisiones, dijo.