Algunos de los administradores de dinero más grandes del mundo se están posicionando para una moderación de las tensiones en el comercio mundial el próximo año, presagiando una recuperación para los mercados emergentes. El avance alcanzado el domingo por Estados Unidos, Canadá y México está ayudando a generar optimismo sobre una tregua entre las dos economías más grandes del mundo el próximo año, al tiempo que los aranceles tienen consecuencias para ambos países. Eso podría significar un alivio para los activos desde Argentina hasta Turquía y Brasil, que han sido golpeados por la creciente disputa entre Donald Trump y Xi Jinping.
Un enfriamiento en la tensión con China podría producirse a mediados de 2019, según Mohammed Apabhai, jefe de estrategia de negociaciones de Asia en Citigroup Global Markets en Hong Kong. Para entonces, la administración de Trump habrá ampliado los aranceles sobre más de US$500.000 millones en productos chinos y las medidas de represalia de Pekín podrían comenzar a dañar la economía y las acciones de EE.UU. Ningún país quiere eso, por lo que podrían ser presionados para llegar a un acuerdo, dijo.
Cualquier buena noticia sobre el comercio significa que "los mercados emergentes se recuperarán bastante", dijo Apabhai. Las tensiones entre Washington y Pekín aumentaron la semana pasada luego de que entrara en vigencia el arancel del 10 por ciento de la administración Trump sobre unos US$200.000 millones en productos chinos. El gobierno de Xi respondió con sus propios aranceles sobre US$60.000 millones en productos estadounidenses, con lo que aumentó las preocupaciones de que no habrá una resolución a corto plazo para la guerra comercial. De hecho, los chinos han dicho que prefieren retrasar las conversaciones hasta que concluyan las elecciones de mitad de periodo en EE.UU. en noviembre, lo que implica una mayor importancia a una posible reunión de Trump-Xi en la cumbre del G-20 en Argentina a finales de ese mes.
Si bien pareciera que las conversaciones entre las dos partes serán más polémicas que las de los negociadores norteamericanos, el nuevo pacto del TLCAN muestra que es posible que la administración de Trump resuelva las disputas, incluso en medio de relaciones personales amargas.
"El avance con Canadá pondrá una nueva presión sobre China, que enfrenta un claro debilitamiento de su sector manufacturero", dijo Stephen Dover, director de acciones de Franklin Templeton en San Mateo, California. "Creo que EE.UU. y China volverán a la mesa de negociaciones más adelante este otoño, con signos de progreso en el acceso al mercado para sectores estadounidenses clave, como los servicios financieros".
La expansión económica de EE.UU. disminuirá a un 2,5 por ciento el próximo año desde un 2,9 por ciento en 2018, según la mediana de las proyecciones de más de 60 economistas encuestados por Bloomberg, mientras que China se desacelerará desde un 6,6 por ciento a un 6,3 por ciento. La mella en el crecimiento de ambas economías, así como la presión de los consumidores y los grupos empresariales, podría acelerar un acuerdo comercial, según Teresa Kong, titular de renta fija de Matthews Asia en San Francisco.
Trump también se preparará para su carrera a la reelección en 2020 y la perspectiva de un acuerdo que podría ser calificado como una victoria para la comunidad empresarial de EE.UU. puede ser demasiado tentadora como para dejarla pasar, según analistas e inversores.
Esa sería una buena noticia para los administradores de fondos de mercados emergentes, que han visto cómo las acciones cayeron en un mercado bajista y las monedas desde Argentina a Turquía e India se debilitaron a mínimos históricos este año en el contexto de un dólar fuerte, el aumento de las tasas de interés de EE.UU. y la escalada en las disputas comerciales.
El índice de acciones de paises en desarrollo MSCI registró la mayor caída en casi un mes el martes en medio de un cóctel de datos débiles, angustia comercial y ecos de las pasadas crisis de la deuda europea. "Cualquier indicio de que EE.UU. y China estén resolviendo las diferencias comerciales probablemente sea bueno para los activos de ME", y para las acciones asiáticas en particular, dijo Kathy Jones, estratega titular de renta fija de Charles Schwab en Nueva York.
De acuerdo con Shamaila Khan, directora de deuda de mercados emergentes de AllianceBernstein en Nueva York, la deuda de alto rendimiento de los mercados emergentes probablemente se vería impulsada por el alivio de las tensiones comerciales. Dicho esto, el consenso general en Washington y Pekín es que el comercio seguirá siendo una pieza clave en su rivalidad estratégica a largo plazo, por lo que una tregua podría no durar.