El aluminio y el movimiento climático tienen una relación complicada. El metal liviano utilizado en automóviles, aviones y latas de bebidas se promociona como una alternativa ecológica; sin embargo, es el metal industrial con mayores emisiones de carbono.
A medida que los inversionistas y los consumidores se centran en las industrias contaminantes, y la presión se intensifica para que los fabricantes obtengan materiales de manera responsable, la industria del aluminio puede dirigirse a un cisma, con el potencial de un mercado separado y prémium para el metal que reclame un estatus de "limpio".
El aluminio cumple varios requisitos: es más liviano que el acero, lo que significa que produce autos que ahorran combustible, y es fácilmente reciclable. Pero su producción requiere grandes cantidades de energía. Para gran parte del metal del mundo, esa energía proviene del carbón. A nivel mundial, la producción de aluminio contribuye con 4% de las emisiones.
Pero no todo el metal se hace igual. Unos cuantos productores, como United Co. Rusal, Norsk Hydro ASA y Rio Tinto Group dirigen la mayoría o todas sus fundiciones utilizando energía hidroeléctrica, lo que reduce drásticamente el impacto en el medio ambiente. Rio ha estado tratando de impulsar esa ventaja durante años y tiene acuerdos de oferta con Nespresso y Apple Inc. vinculados a la sostenibilidad de su metal.
Algunos operadores de materias primas ya se están posicionando para un cambio. Trafigura Group ha establecido una mesa de negociación dedicada al aluminio verde, apostando a que la presión climática revolucionará la industria del aluminio y la dividirá en dos. La operadora de metales Concord Resources Ltd. también se está inclinando hacia el aluminio verde, según su director ejecutivo, Mark Hansen.
"Hace cinco años había muy poca discusión o preocupación sobre la fuente de energía de la fundición de aluminio", asegura Hansen. "Hoy se está volviendo muy relevante".
Las medidas se producen en un momento interesante para la industria del aluminio, que emerge de la agitación desatada el año pasado por las sanciones de EE.UU. a Rusal. Uno de los mayores contratos de oferta del mercado, un acuerdo de varios años para que Rusal vendiera grandes cantidades a Glencore Plc, ha finalizado recientemente.
De ahora en adelante, es probable que Rusal venda su metal a corto plazo, en condiciones de plena competencia, según Greg Barker, presidente de En+ Group International PJSC, el holding cotizado en Londres para Rusal y los activos rusos de energía hidroeléctrica y gas.
La productora rusa fue uno de los defensores más notorios del desarrollo de un mercado de aluminio verde. El hecho de que tenga mucho más metal para colocar puede proporcionar a la compañía la oportunidad de flexionar sus músculos con los compradores mientras presiona por una prima ’limpia’.
Para Barker, la industria necesita una "llamada de atención" para enfocarse en reducir sus emisiones carbono, dijo en una entrevista. "Hay personas que literalmente gritan en las calles exigiendo un cambio radical", dice Barker. "Creo que el sector está en el lado equivocado de la historia".
Sin duda, los productores de aluminio con bajo contenido de carbono se enfrentan a la caída de los precios y la demanda del metal, y los compradores se muestran reacios a pagar más mientras que el mercado en general está inundado del metal.
Mientras tanto, una oportunidad para los operadores de Trafigura podría consistir en aprovechar líneas financieras verdes para almacenar metal a bajo precio mientras crece la demanda de aluminio verde, asegura Philippe Mueller, jefe de comercio de aluminio y alúmina.
"Lo ideal sería ir a un productor de aluminio verde con bajo contenido de carbono y estructurar una solución de financiamiento para ese productor, trabajar con el equipo de financiamiento verde de un banco, y luego tener un compromiso a largo plazo", dice. "Más tarde, se proporciona ese flujo a un cliente y condiciones de pago vinculadas a cosas como la tasa de reciclaje, por ejemplo".
Hansen de Concord Resources dice que ve una batalla entre el este y el oeste en lo que respecta al aluminio, y las compañías que cotizan en bolsa promueven activamente cadenas de oferta sostenibles que se diferencien de los productores chinos que utilizan carbón.
Aun así, el cambio también está llegando al mercado chino. Los productores de energía del país han avanzado mucho en la mejora de la eficiencia energética, y la provincia de Yunnan del país se está convirtiendo en un importante centro para el aluminio producido a partir de la energía hidroeléctrica, según Mueller de Trafigura.
"Si el sector del aluminio fuera un país, sería más grande que Alemania en términos de emisiones", asegura Barker de En+. "Tenemos que hacer frente a nuestra responsabilidad".