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Internacional

Amado y odiado, Boris Johnson se mantiene en el candelero

El exsecretario de Relaciones Exteriores ha consolidado su reputación como la más polémica de las figuras políticas británicas con un ataque a Theresa May en el cual comparó la estrategia de la primera ministra en relación con el brexit con colocarse un chaleco suicida y entregar el detonador a Bruselas. Johnson, más conocido por su nombre de pila, Boris, no da ni un paso atrás.

Boris Johnson
Boris Johnson | Bloomberg

El exsecretario de Relaciones Exteriores ha consolidado su reputación como la más polémica de las figuras políticas británicas con un ataque a Theresa May en el cual comparó la estrategia de la primera ministra en relación con el brexit con colocarse un chaleco suicida y entregar el detonador a Bruselas. Johnson, más conocido por su nombre de pila, Boris, no da ni un paso atrás.

Su interés apenas disimulado por suceder a May en el cargo de primer ministro desencadenó la inmediata reacción de destacados miembros del Partido Conservador, entre ellos el ministro de Relaciones Exteriores Alan Duncan, que calificó las declaraciones de “uno de los momentos más deplorables de la política británica moderna”. A continuación, Johnson advirtió que no debe haber aumentos de impuestos.

Si bien el lenguaje que utilizó en su último ataque fue menos virulento, su elección del tema dejó pocas dudas de que quería infligir un daño a May, que ha prometido más dinero para el Servicio Nacional de Salud pero admitió que significará una mayor carga fiscal. La forma en que se pagará el gasto adicional –prometido en el marco de la campaña a favor de abandonar la Unión Europea en 2016- se decidirá en el presupuesto de otoño (boreal), cuyo cronograma está vinculado al brexit.

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Tenemos que hallar los 20.000 millones de libras adicionales que ha prometido el canciller”, escribió Johnson en The Daily Telegraph, que ha servido como plataforma semanal para denigrar a May desde que Johnson renunció en julio. “Pero me temo que no estoy convencido de que la respuesta sea recurrir de inmediato al castigado contribuyente”.

El furor que ha generado llega semanas antes de lo que se prevé será un conflictivo cónclave del Partido Conservador en Birmingham y en un momento crítico de las negociaciones del brexit. Ambas partes apuntan a llegar a un acuerdo de divorcio para mediados de noviembre y en los últimos tiempos han surgido indicios positivos por parte de la UE.

Abanderado

Johnson, que tiene 54 años, se ha posicionado como abanderado del ala conservadora que exige una clara ruptura con la UE. Renunció en protesta por el llamado plan Chequers, por el cual el Reino Unido mantendría estrechos lazos con las reglas comerciales de la UE después del brexit, y desde entonces ha utilizado sus columnas periodísticas para acusar a May de capitular ante el principal negociador europeo, Michel Barnier.

Se especula que los euroescépticos están reuniendo las firmas necesarias para exigir un voto de censura a May. La cantidad necesaria para desafiar a la primera ministra es de 48 legisladores conservadores, si bien para ganar la votación sus oponentes tendrían que conseguir 158, alrededor de la mitad de los legisladores del partido.

Los enemigos de May también tendrían que evaluar el riesgo de que un fracaso hiciera que la primera ministra fuera intocable durante un año más en el marco de las reglas partidarias conservadoras.

Una hipótesis de pesadilla para ambos bandos –y para los mercados financieros- es que May no logre que el parlamento apruebe un acuerdo de brexit, lo que precipitaría una crisis sólo meses antes de que el Reino Unido abandone la UE el 29 de marzo.