Abandonó el segundo mejor cargo de la política británica, pero muchos conservadores esperan que pronto Boris Johnson ocupe uno mejor.
Como secretario de Relaciones Exteriores, Johnson tenía la oficina más impresionante y ornamentada de todos los miembros del Gabinete y la libertad de vagar por el mundo como el diplomático más importante de la Reina. Era la cara pública del brexit y el ministro importante mencionado con mayor frecuencia en las discusiones sobre quién podría reemplazar a Theresa May como líder tory.
Luego, el 9 de julio, lo abandonó todo. A menudo desdeñado y considerado un payaso por sus oponentes, Johnson decidió defender sus principios y renunciar porque no soportaba el plan de May de un divorcio suave de la Unión Europea. Un puñado de otros ministros también renunciaron en protesta, pero es Johnson quien más parece haberse beneficiado en popularidad, según una nueva investigación sobre lo que piensan los miembros del partido Conservador.
La pregunta es si él podrá convertir su resurrección a causa del brexit en una campaña para liderar el partido, sea cuando fuere la próxima contienda. Si bien Johnson no ha hablado de sus propias ambiciones, pocos de sus colegas creen que haya descartado una futura candidatura al cargo de primer ministro.
"No lo estoy descartando", dijo Paul Goodman, editor del portal de internet ConservativeHome. "Lo que tiene que hacer Boris es persuadir a los parlamentarios de su partido de que es el hombre que puede salvar sus escaños, ese es el desafío para él".
Descontento
La renovación del debate por el liderazgo llega en un momento tenso para el Gobierno conservador. May recibió pedidos de renuncia de tories enojados que quieren el brexit y la acusan de traicionar su sueño de una separación total de la UE.
Algunos miembros conservadores del Parlamento incluso han presentado cartas formales donde piden una moción de censura de su liderazgo, el paso previo a una elección para reemplazarla.
A May le faltan menos de tres meses para definir los términos de la retirada del Reino Unido de la UE y llegar a un acuerdo aceptable para otros países europeos y para las facciones beligerantes a favor y en contra del brexit en su propio partido.
La primera ministra debe completar su tarea sin el apoyo de Johnson o el ex secretario del brexit, David Davis, quien también renunció el mes pasado. Ambos se oponen a su plan de mantener el Reino Unido sujeto a las reglas del mercado único de la UE para el comercio de bienes después de abandonar el bloque.
Una encuesta de 1.363 miembros tories realizada por ConservativeHome esta semana mostró a Johnson como el claro favorito entre los fieles del partido para ser el próximo líder después de May. El jueves, el sitio web publicó más resultados que muestran lo impopular que se volvió la primera ministra.
Con un puntaje de aprobación de -48, May se encuentra ahora en el fondo del ranking del sitio web sobre cómo los miembros del partido juzgan a los ministros.
Aun así, no está claro que Johnson realmente quiera el puesto, y May ha dado muchas señales de su intención de aferrarse al poder tanto tiempo como pueda. Los periódicos han informado que podría ser destituida en cuestión de meses, pero quienquiera que ocupe su cargo aún enfrentará el desafío de intentar hacer que el Parlamento apruebe un acuerdo para el brexit sin una mayoría gobernante.
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