El nuevo proyecto de terminal de US$10.000 millones para el aeropuerto de París-Charles de Gaulle puede convertirse en una víctima de la pandemia de coronavirus que asola la industria de la aviación, después de que el jefe Air France-KLM pidiera un retraso.
El operador Aeroports de Paris presenta la Terminal 4 como el “futuro del aeropuerto”, y la construcción está programada para comenzar el próximo año. Con la demora en la expansión de la pista de Londres Heathrow, los proyectos por valor de US$30.000 millones en los dos centros más activos de Europa están amenazados por la fuerte recesión.
“No percibimos la necesidad a corto o mediano plazo de esta terminal, por lo que apoyamos un retraso significativo en la construcción”, dijo el director ejecutivo de Air France-KLM, Ben Smith, en una llamada de ganancias el jueves. La aerolínea, que se convertirá en el principal inquilino de la nueva terminal, registró una fuerte pérdida trimestral y está tratando de reducir su tamaño.
Un vocero de ADP declinó hacer comentarios.
La crisis de salud por la COVID-19 ha detenido casi por completo el transporte aéreo mundial, con los gobiernos cerrando fronteras e instando a las poblaciones a quedarse en casa para contener la pandemia. La posición financiera cada vez más precaria de muchas aerolíneas, combinada con la incertidumbre acerca de cuándo volverá el crecimiento, ha puesto los proyectos de infraestructura en un segundo plano.
En el Reino Unido, la tercera pista propuesta para el aeropuerto de Londres Heathrow podría retrasarse cinco años o más como resultado del brote, dijo el director ejecutivo, John Holland-Kaye, esta semana. La pista de aterrizaje de US$20.000 millones debía abrirse en 2028 o 2029, aunque eso estaba en duda debido a un caso en una Corte.
En París-Charles de Gaulle, se espera que la nueva terminal cueste hasta 9.000 millones de euros (US$9.700 millones) y agregaría de 35 a 40 millones de pasajeros anualmente a un aeropuerto que contaba con 76,2 millones el año pasado.