Estados Unidos no debería creer que con aranceles cada vez más altos puede inducir al Gobierno de China a rendirse ante las demandas estadounidenses en la creciente disputa comercial entre las economías más grandes del mundo, según el ministro de Comercio chino, Zhong Shan.
"Hay una visión en EE.UU. de que en la medida de que sigan aumentando los aranceles, China retrocederá", dijo Zhong en una declaración escrita a Bloomberg. "EE.UU. no debería subestimar la determinación y voluntad de China".
La declaración de Zhong se produce después de que ambos países impusieran más aranceles el mes pasado. Ahora que ambas partes se están atacando entre sí, no hay señales de que ninguna de ellas vaya a retroceder, y se prevé ahora que el conflicto reducirá el crecimiento mundial este año.
"Esta inquebrantable nación ha sufrido de intimidación extranjera muchas veces en su historia, pero nunca ha sucumbido ante ella, ni siquiera en las condiciones más difíciles", escribió Zhong en respuesta a las preguntas de Bloomberg. "China no quiere una guerra comercial, pero se alzaría si estallara una".
El actual conflicto tendría una "influencia negativa" en la economía de China, pero Zhong señaló que las víctimas de los aranceles estadounidenses sobre los productos chinos incluyen a compañías y consumidores estadounidenses. EE.UU. está atacando sus propias exportaciones, dijo, haciendo hincapié en que China tiene la confianza y la capacidad de que puede asegurar un desarrollo estable y saludable.
Las escasas ganancias de China
El comercio ha beneficiado a ambos países, enfatizó Zhong, rechazando la afirmación del presidente Donald Trump de que China se ha aprovechado de EE.UU. Al referirse a ese punto, dijo que la mayoría de la industria china se encuentra en la parte inferior de la curva, obteniendo solo escasas ganancias.
Eso se hace eco de comentarios anteriores de Fu Ziying, negociador de comercio internacional del Ministerio de Comercio, quien señaló el mes pasado que, si bien EE.UU. tiene un déficit comercial con China, las empresas chinas tienen un déficit de ganancias con EE.UU.
Las declaraciones de Zhong son los últimos esfuerzos públicos de China por defender su situación, incluido un informe de 81 páginas, un suplemento pagado en el periódico más grande de Iowa que destaca el impacto de la guerra comercial en los agricultores locales, y altos funcionarios que han enfrentado a los medios de comunicación. El anuncio de Iowa parece haber contribuido a la acusación de Trump de que China estaba intentando interferir en las elecciones parlamentarias estadounidenses de mitad de período de 2018.
Acusación de intervención electoral
El Ministerio de Relaciones Exteriores chino negó esa acusación el mes pasado, y el portavoz Geng Shuang dijo: "instamos a EE.UU. a que deje de difamar y acusar a China".
Zhong abordó las acusaciones de que el crecimiento de China ha sido posible gracias al robo de propiedad intelectual y a que el gobierno ha obligado a las empresas extranjeras a transferir su tecnología. Al negar esas acusaciones, dijo que las leyes y regulaciones de China no contienen ningún requisito de transferencia de tecnología. Zhong atribuyó el avance tecnológico de China a la reforma y apertura del país y al trabajo de sus ciudadanos.
Añadió que China continuará abriéndose, independientemente de la guerra comercial. Al explicar por qué, Zhong citó a Xi Jinping, quien dijo que "la apertura conduce al progreso, mientras que el aislamiento hace quedar atrás". "En adelante, China se abrirá firmemente a un ritmo preestablecido", dijo.