Argentina está implementando otra medida de emergencia al activar el swap de divisas con China para financiar las importaciones de la segunda economía más grande del mundo a medida que el peso sufre una venta masiva.
Argentina financiará alrededor de US$1.800 millones de importaciones chinas entre abril y mayo mediante el swap, valorado en casi US$24.000 millones, dijo el miércoles el ministro de Economía, Sergio Massa, luego de reunirse con el embajador de China en Argentina, Zou Xiaoli, para anunciar la medida.
Este hecho habla de la gravedad de la crisis económica de Argentina, debido a que una sequía récord arruina las exportaciones de productos básicos esenciales, mientras que una inflación superior al 100% acaba con los salarios y el gasto de los consumidores.
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Argentina ha perdido al menos US$15.000 millones en exportaciones debido a la peor sequía en un siglo, una fuente clave de dólares que a menudo se usa para ayudar a financiar las importaciones, dijo Massa. Se espera que la cosecha soja, que es fundamental para Argentina, produzca 22,5 millones de toneladas métricas este año, menos de la mitad de la producción anticipada al comienzo de la temporada de siembra.
Los estragos económicos se han traducido en una liquidación del peso en los mercados paralelos, donde perdió alrededor del 13% de su valor la semana pasada.
El uso planificado del swap de divisas por parte de Argentina es otro impulso para el uso global del yuan, a medida que aumenta el debate sobre la desdolarización en todo el mundo. Brasil acordó en marzo comenzar a liquidar algunos intercambios comerciales con China en monedas locales y tomó medidas para facilitar las transacciones con China en yuanes. China es el mayor socio comercial de Brasil y el segundo de Argentina.
Tanto Argentina como Brasil buscan reducir su dependencia del dólar estadounidense y este año las autoridades iniciaron conversaciones sobre una unidad de cuenta común para evitar el dólar en el comercio bilateral.
Otros países también han expresado un mayor interés en usar el yuan a medida que China busca reforzar el atractivo mundial de su moneda. Irak planea pagar las importaciones del sector privado de China en yuanes, mientras que Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos también están explorando lazos comerciales no petroleros utilizando monedas distintas al dólar.
En un hito para la moneda china, el uso del yuan en las transacciones transfronterizas de China superó en marzo por primera vez al del dólar, según una investigación de Bloomberg Intelligence que usó datos oficiales. Sin embargo, eso se ve impulsado en parte por la apertura de China de su cuenta de capital y mercados financieros, y el uso de la moneda para liquidar el comercio de bienes y servicios es aún mucho menor.
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Creado en 2009, el swap entre Argentina y China es un acuerdo entre los bancos centrales de ambos países, por el cual el Banco Popular de China tiene una cuenta en renminbi en el banco central argentino, y este último tiene una cuenta en pesos en China.
El swap se incrementará en 35.000 millones de yuanes (US$5.000 millones), dijo el año pasado el presidente de Argentina, Alberto Fernández, a la prensa después de reunirse con el líder chino, Xi Jinping, al margen de la Cumbre del G20 realizada en noviembre.
Aunque forma parte de las reservas de divisas de Argentina, la mayoría de los analistas no cuentan el swap como parte del efectivo líquido disponible del Gobierno porque rara vez se utiliza, incluso durante períodos volátiles.
