El Banco Central de Argentina está en conversaciones con prestamistas privados para agregar una opción de venta a sus bonos locales, la cual obligaría a la autoridad monetaria a recomprar los pagarés si los precios caen demasiado.
Personal técnico de la banca privada se reunió el lunes con el gerente general del Banco Central, Agustín Torcassi, para analizar la posibilidad, según personas con conocimiento directo del asunto. Una opción de venta es un instrumento financiero que permite al tenedor vender el valor a un nivel determinado, incluso si los precios de mercado caen por debajo de ese nivel.
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En virtud del plan en discusión, el banco central sería la contraparte en la opción, según las personas, que pidieron no ser identificadas por tratarse de reuniones confidenciales. El contrato tendría un costo anual de 2% para los bancos que los compren.
La propuesta pone de relieve lo difícil que se ha vuelto para Argentina recaudar fondos a través de sus mercados locales en medio del nerviosismo en torno a la capacidad del país para pagar su deuda y la preocupación por la devaluación del peso. Los inversores están siguiendo atentamente los refinanciamientos de la creciente deuda local del Gobierno, con la preocupación de que una reestructuración de bonos locales se está volviendo casi inevitable.
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El Ministerio de Economía declinó hacer comentarios, mientras que un portavoz del Banco Central y un representante de las dos principales asociaciones bancarias no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
En la reunión, los funcionarios también discutieron reducir de 120 a 90 días el vencimiento de los bonos del Tesoro que los bancos pueden usar para integrar “encajes remunerados”.
El Ministerio de Economía anunció el lunes que el miércoles venderá pagarés y bonos locales en medio de un intento por refinanciar casi 9.000 millones de pesos (US$71 millones) que vencen pronto. El Gobierno tendrá que hacer frente a un vencimiento mucho mayor de unos 500.000 millones de pesos a fin de mes.
