Cuando a una empresa le está yendo mal, los directores ejecutivos masculinos y femeninos son despedidos en una medida muy similar. De acuerdo con una nueva investigación de la Universidad de Alabama, cuando aumenta el valor de una empresa, las mujeres tienen un 62 por ciento más de probabilidades de ser despedidas.
Los investigadores analizaron un total de 2.390 directores ejecutivos de compañías del S&P Composite 1500 entre 2000 y 2014, un grupo que incluía a 130 mujeres. En las compañías donde los precios de las acciones obtuvieron mejores resultados que el promedio, las ejecutivas tenían una probabilidad de despido del 2,1 por ciento, en comparación con el 1,3 por ciento de los directores ejecutivos masculinos luego de revisar la edad, los cargos en la junta directiva, la experiencia y otros factores.
"Una mejora en el desempeño no protege a las mujeres del despido", dijo Vishal K. Gupta, profesor asociado de administración en la Universidad de Alabama. "Pero sí protege a los directivos masculinos".
Ellen Kullman, por ejemplo, dejó su puesto como directora ejecutiva de DuPont en 2015, tras haber rechazado con éxito a un inversor activista. Durante su mandato, el precio de las acciones de la compañía casi se triplicó. DuPont declinó hacer comentarios.
Gupta hace referencia igualmente a la antigua directora de Jack in the Box Inc., Linda Lang, quien dejó su cargo en 2013 después de más que duplicar el precio de las acciones de la compañía en sus ocho años al frente. Jack in the Box niega que Lang, de 55 años en ese entonces, haya sido despedida. "Ella decidió jubilarse después de una carrera muy exitosa en la compañía", comentó un portavoz de la empresa.
Es posible que un sesgo inconsciente sea la razón que explique la diferencia estadística, señaló Gupta. Los estudios han revelado que los líderes empresariales masculinos son percibidos como "responsables" y las directoras ejecutivas como "cuidadoras", una cualidad que una junta directiva podría no considerar beneficiosa para el crecimiento continuo. "Las mujeres sufren de lo que llamamos el problema de los estereotipos", dijo Gupta. "No se ajustan a la imagen mental de lo que debería representar el director ejecutivo".
Sin embargo, las investigaciones revelan igualmente que incluso cuando las mujeres incorporan estilos y cualidades de liderazgo más "masculinas", se les percibe de manera negativa. Un análisis de 81.000 evaluaciones de líderes del ejército de EE.UU. reveló que las mujeres se describen con más frecuencia como compasivas y que los hombres son analíticos y competentes. A las mujeres se les asignaron muchos más atributos negativos.
Gupta y su colega Sandra Mortal han evidenciado previamente que los directivos tanto masculinos como femeninos ganan una compensación similar, lo que sugiere que la discriminación salarial no ocurre en los niveles más altos. Pero también han identificado diferencias más sutiles en el trato. Por ejemplo, las directoras ejecutivas son más propensas a ser objetivos del activismo accionista que los hombres, incluso cuando presentan un desempeño similar de la empresa.
“Se podría pensar que las juntas directivas solo quieren aumentar el valor para los accionistas. Pero sus prejuicios inherentes hacen que perciban a las mujeres de manera diferente", explicó Mortal, profesora asociada de finanzas, economía y estudios legales en la Universidad de Alabama. "Esperaba que los mercados fueran más racionales".