Una inminente huelga en la mina más grande del mundo podría pillar mal parados a los bajistas del cobre.
En Estados Unidos, las apuestas bajistas de los fondos de cobertura superan a las alcistas por la mayor proporción en más de dos años. Los principales 20 corredores en la Bolsa de Futuros de Shanghái aumentaron sus posiciones netas cortas en más de la mitad. El sentimiento se ha vuelto cada vez más negativo aun cuando BHP Billiton Ltd. y los trabajadores de la mina Escondida en Chile se acercan al término de una mediación liderada por el gobierno, después de que fracasaran las negociaciones salariales. Una huelga podría comenzar el martes.
El precio del cobre ha caído un 16 por ciento este año debido a que una escalada de la guerra comercial entre EE.UU. y China amenaza el crecimiento mundial, lo que ha generado preocupaciones sobre la demanda del metal utilizando en la construcción de redes eléctricas, viviendas, automóviles y aparatos electrónicos. El analista Robin Bhar de Société Générale SA dijo que el mercado está "obsesionado" con las preocupaciones en torno a la economía global, ignorando los factores alcistas que podrían hacer subir los precios, como las posibles huelgas en Chile.
"El mercado tal vez no tiene el precio correcto", dijo por teléfono Andrew Cosgrove, analista sénior de Bloomberg Intelligence, aduciendo al riesgo de interrupción en el suministro. "El año pasado, el mercado tenía más posiciones largas que cortas antes del inicio de la huelga".
El cobre, a menudo considerado un barómetro del crecimiento económico, está en vías de registrar su octava pérdida semanal en las últimas nueve semanas. Los futuros para entrega en septiembre caían un 0,7 por ciento a US$ 2.7465 por libra el viernes a las 9:48 am en la Comex en Nueva York.
Las cosas podrían cambiar rápidamente si la mediación fracasa y se detienen las labores en Escondida, presionando a los administradores y corredores de fondos bajistas en China y EE.UU.
Las tensiones laborales en Chile no se limitan a la gigante propiedad de BHP. La mina Caserones de Pan Pacific Copper Co. va por el mismo camino luego que los trabajadores votaran a favor de una huelga si fracasa la mediación.
La gigantesca mina a cielo abierto Chuquicamata se ha visto afectada por protestas ya que los trabajadores están preocupados por la transición a la modalidad subterránea que requiere menos mano de obra.
Hay menos margen para proteger a los usuarios del metal contra trastornos en el suministro, ya que las reservas que sigue la Bolsa de Metales de Londres han disminuido más de un tercio desde finales de marzo, mientras que las que están almacenadas en las bodegas que monitorea la Comex se encuentran en el nivel más bajo en 10 meses. Las existencias supervisadas por la Bolsa de Futuros de Shanghái están en su nivel más bajo desde enero.
Los inversores enfocados en la guerra comercial entre EE.UU. y China tienen otra cosa que considerar: la decisión de Pekín de imponer un arancel del 25 por ciento a la chatarra estadounidense haría que el cobre refinado sea más atractivo que el material reciclado, impulsando las importaciones de la nación asiática de metal nuevo, de acuerdo con SMM Information & Technology Co. EE.UU. suministró alrededor de 535.000 toneladas métricas de chatarra de cobre a China el año pasado, cerca del 15 por ciento de las compras en el extranjero de la nación.
Eso podría aumentar aún más la demanda en un momento en que la industria minera chilena registra un número récord de negociaciones salariales, que tienen el potencial de interrumpir las operaciones. El año pasado, cuando BHP y el sindicato no lograron alcanzar un acuerdo, una huelga de 44 días en la mina de cobre más grande del mundo y la demora en la ampliación de la tercera planta de Escondida redujeron la producción en 300.000 toneladas, según estimaciones de analistas de Goldman Sachs Group Inc.
La mediación en Escondida termina el lunes, y si no se extiende o no se logra un acuerdo, la huelga podría comenzar el martes. Las posiciones de las dos partes parecen estar muy alejadas después de más de dos meses de discusiones, en tanto el 84 por ciento de los trabajadores rechaza la última oferta de la compañía.
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