Los principales bancos centrales del mundo han instado a los Gobiernos a dejar de lado las preocupaciones sobre el aumento de la deuda y a seguir gastando hasta que se complete la recuperación económica por el coronavirus.Algunos países, donde la cuestión de cómo pagar las medidas del rescate cobra importancia en la agenda, están rechazando esos llamamientos. Pero el Fondo Monetario Internacional, históricamente un defensor de la restricción presupuestaria, dice que tienen razón.
El Fondo publica el miércoles su estudio más detallado sobre el impacto de la pandemia en las finanzas públicas. La economista jefe, Gita Gopinath, advirtió el martes que se avecina un “ascenso largo, desigual e incierto” después de la peor recesión en generaciones, con el aumento de la pobreza y el desempleo aún alto, y dijo que es demasiado pronto para que responsables de política retiren el apoyo.
Ese argumento fue presentado con creciente urgencia por los banqueros centrales que se dirigían a la reunión anual del FMI de esta semana. La responsable del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, inició el evento digital diciendo que la mayor preocupación es que la ayuda fiscal a los trabajadores y las empresas pueda eliminarse demasiado abruptamente.
Una serie de miembros de la Reserva Federal, dirigidos por el presidente Jerome Powell, expusieron la semana pasada el mismo argumento con respecto a Estados Unidos, donde las conversaciones sobre la próxima dosis de estímulo pandémico llevan meses estancadas en el Congreso. Miembros de la Fed dijeron que sus propias herramientas, como otra ronda de compra de bonos, no serán tan efectivas como el gasto público.
El mensaje de los bancos centrales más poderosos es cada vez más claro: hay límites a lo que la política monetaria puede hacer para ayudar a corto plazo. Las autoridades fiscales, que pueden obtener préstamos a tasas de interés bajas y poseer herramientas más adecuadas para ofrecer un impulso rápido y específico, tendrán que terminar el trabajo.
Powell y Lagarde están rechazando el “mito del banco central omnipotente” capaz de solucionar cualquier problema en la economía, dijo Paul Donovan, economista jefe global de UBS Wealth Management en Londres. “No siempre pueden resolverlo”, dijo. “Esto no es una crisis crediticia. Reducir el costo del crédito no va a estimular la economía”.El telón de fondo es un repunte global que está perdiendo impulso, y el riesgo de que los políticos que ya han inyectado alrededor de US$12 billones en estímulo, según estimaciones del FMI, eviten gastar más a medida que los niveles de deuda alcanzan récords.
Lo que dicen los economistas de Bloomberg...
“La lección clave que deben aprender los Gobiernos de la gestión de la crisis--sean ágiles, vayan a por todas”
--Jamie Rush. GLOBAL INSIGHT
El rescate fiscal sumó 3,7 puntos porcentuales al crecimiento mundial en 2020, según JPMorgan Chase & Co., lo que evitó que la crisis del coronavirus sea aproximadamente el doble. Pero los economistas de JPMorgan esperan que ese impulso se convierta en un lastre el próximo año, ya que el estímulo se ahogará en una repetición de “pasos en falso de política” que obstaculizaron las recuperaciones después del colapso de 2008.