El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se encuentra estable, sin dolor ni señales de infección, y continúa mejorando de una recaída tras una nueva cirugía por el apuñalamiento que sufrió durante la campaña electoral de 2018.
El presidente continúa en ayuno oral y es alimentado mediante una sonda nasogástrica, según informó el hospital Albert Einstein de São Paulo en un comunicado el domingo por la tarde. Se han descartado complicaciones después de un procedimiento abdominal, agregó el hospital. Las visitas al presidente todavía están restringidas, por el momento.
Previamente, Carlos Bolsonaro, hijo del presidente, informó por Twitter que había "buenas noticias" el domingo por la mañana y que el presidente "se despertó sintiéndose bien". El presidente reenvió el comentario a sus 3,2 millones de seguidores por Twitter.
Bolsonaro lleva hospitalizado desde el 28 de enero por una cirugía prevista. El sábado, se le aplicó un tubo gástrico después de "un episodio de náuseas y vómitos", aunque no tenía dolor ni fiebre, según el hospital.
La recaída del presidente se debió a la parálisis del intestino delgado, una condición médica conocida como "íleo paralítico", según informó el periódico Folha de Sao Paulo el domingo, citando al cirujano de Bolsonaro.
Bolsonaro fue apuñalado durante un mitin en el estado sureste de Minas Gerais en septiembre, y pasó casi un mes en el hospital por heridas abdominales. El entonces líder en la carrera presidencial ganó las elecciones holgadamente y asumió el cargo en enero.