El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, emitió un discurso por televisión el martes por la noche en un aparente intento de calmar las tensiones políticas y asegurar a los brasileños que su principal preocupación “siempre era salvar vidas”.
En las declaraciones, emitidas a nivel nacional, el presidente pidió un esfuerzo unificado por parte del Gobierno federal, los estados, el Congreso y la sociedad ante la pandemia.
“Tenemos una misión: salvar vidas sin perder empleos”, dijo en su discurso de ocho minutos.
Bolsonaro justificó de nuevo los protocolos de distanciamiento social más flexibles, citando declaraciones del director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Ghebreyesus, de que “cada individuo es importante y se ve afectado por nuestras acciones”.
Asimismo, el presidente adoptó un tono mucho más moderado respecto a la pandemia, que recientemente había denominado de “una gripecilla”.
“Tenemos que evitar cualquier pérdida de vidas humanas tanto como sea posible, pero al mismo tiempo, debemos evitar la destrucción de empleos, que ya está causando mucho sufrimiento a los trabajadores brasileños”, dijo Bolsonaro.
El martes, Brasil registró 42 muertes por coronavirus elevando el número de víctimas a 201, con 5.717 casos confirmados en todo el país.
El discurso del presidente estuvo seguido de otra noche de caceroladas desde ventanas abiertas, balcones y tejados, una forma tradicional de protesta popular en la región ante el creciente malestar de los brasileños por la gestión de Bolsonaro.