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Economía

Bolsonaro pide paciencia mientras el real sigue cayendo

El presidente de Brasil manifestó que lamenta la reciente debilidad de la moneda local y trató de aportar calma al decir que dejará la política monetaria en manos del banco central.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, habló sobre la caída del real por Facebook Live.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, habló sobre la caída del real por Facebook Live. | AFP

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, manifestó que lamenta la reciente debilidad del real, y pidió paciencia al decir que dejará la política monetaria en manos del banco central.

“El dólar está en 4,44 reales. Lo lamentamos porque, tarde o temprano, eso influirá en nuestras importaciones, por ejemplo, pan, trigo”, dijo Bolsonaro el jueves, en una retransmisión por Facebook Live. “No interfiero si el banco central está vendiendo o no dólares”. La moneda brasileña se debilitó un 0,9% a 4,4911 por dólar el jueves, lo que llevó la caída de 2020 al 10%.

El real de Brasil ha caído más que cualquier otra moneda este año y se desplomó a mínimos históricos, ya que la preocupación por el coronavirus provoca una estampida de los activos de mayor riesgo en todo el mundo. La moneda también ha sufrido un golpe por las señales de que la recuperación económica de Brasil está perdiendo fuerza.

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Long Decline

El malestar público de Bolsonaro respecto al real contrasta con la calma de sus principales responsables de política económica. El presidente del banco central, Roberto Campos Neto, ha dicho que el tipo de cambio está flotando y que no hay un nivel predeterminado, mientras que el ministro de Economía Paulo Guedes dice que no ve ningún problema con un real más débil.

La velocidad de la caída ha preocupado a los brasileños, muchos de los cuales esperaban que la moneda se fortaleciera tras la elección de Bolsonaro a medida que la economía se recuperaba. Un real más débil a menudo se asocia con las políticas fallidas y el turbulento proceso político de la expresidenta, Dilma Rousseff, lo que resultó en su destitución en 2016.

La moneda brasileña se debilitó un 0,9% a 4,4911 por dólar el jueves, lo que llevó la caída de 2020 al 10%

Un real más débil también podría aumentar los precios de los productos, desde el combustible hasta el pan. Puesto que el transporte de la mayor parte de los productos internos se realiza por carretera, un aumento en los precios de la gasolina y el diésel podría impactar otros productos.

Lo que dice nuestra economista:

“En teoría, una moneda débil podría favorecer la competitividad de los sectores para los que la mayoría de los insumos son nacionales, pero, incluso en ese caso, esto solo se aplica siempre que la depreciación de la moneda no cause inflación y un aumento en el precio de estos insumos . Al mismo tiempo, una moneda débil tiende a deprimir el poder adquisitivo de la población, con un mayor impacto para los consumidores de bajos ingresos “.

—Adriana Dupita, economista para América Latina de Bloomberg Economics

El banco central de Brasil ha recortado la tasa de interés a un mínimo histórico del 4,25% y preparó una ambiciosa agenda de privatizaciones en un intento por impulsar la actividad. Aun así, algunos analistas han advertido que el crecimiento aún podría ser inferior al 2% este año, mientras que las nuevas tensiones entre el Congreso y la presidencia amenazan con frenar las reformas económicas.

El banco central ofreció US$1.000 millones en swaps de divisas el jueves, tras una subasta de US$500 millones realizada el miércoles, en un intento por apuntalar la moneda. Durante una caída de la moneda anterior a finales del año pasado, los responsables políticos también intervinieron directamente en el mercado al contado.