Los bonos argentinos están superando a los de otros países tras sufrir su peor caída desde 2014.
Los bonos del país denominados en dólares avanzaron 2,96 por ciento este mes, en comparación con un declive promedio de 0,2 por ciento para los mercados emergentes, según un índice Bloomberg-Barclays. Ese avance redujo las pérdidas que sufrieron este año a 17,8 por ciento.
Las negociaciones para adelantar el acceso a una línea de crédito de US$50.000 millones con el Fondo Monetario Internacional están dando señales de progreso desde que el Gobierno presentó reformas para equilibrar el presupuesto. El miércoles, el FMI afirmó que una delegación suya en Buenos Aires estaba trabajando “intensamente” para concluir todo pronto. Esto se dio un día después de que la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo al Financial Times que las nuevas medidas de austeridad de Argentina eran determinantes clave.
“Se trata de una corrección después que las tasaciones comenzaron a parecer muy baratas”, dijo Carolina Gialdi, estratega sénior de renta fija de BTG Pactual Argentina. “La sorpresa ha sido la magnitud de la caída de la cotización. Si el mercado cree que las reformas persistirán, la recuperación debería proseguir”.
Argentina y el FMI: historias de amor y odio de una relación conflictiva
Los diferenciales con los bonos del Tesoro estadounidense cayeron 89 puntos básicos desde que tocaron un pico de 784 puntos básicos el 4 de septiembre, un día después que el presidente Mauricio Macri anunció una batería de reformas, entre ellas la restauración de los impuestos a la exportación.
Meta posible
El objetivo de Macri de equilibrar el presupuesto para el año que viene y producir un superávit al año siguiente es viable, siempre y cuando no se produzcan más shocks externos, de acuerdo con Álvaro Vivanco, director de estrategia de BBVA para América Latina en Nueva York. Vivanco anticipa que las necesidades de financiamiento de Argentina para 2019 y 2020 serán “ajustadas”, incluso con la ayuda del FMI.
Puede que la recuperación de los bonos no dure mucho. Los inversores institucionales están abandonando sus posiciones y cediendo el lugar a fondos de cobertura que quieren aprovechar el riesgo, dijo Vivanco. La mayoría de los inversores retienen grandes posiciones en Argentina, lo que redunda en una falta de compradores marginales que puedan agregar al país a sus posiciones.
“El ánimo en los mercados emergentes mejoró gracias a los anuncios de Argentina, pero el avance de los bonos del país tiene un horizonte de días, más que de semanas o meses”, dijo Vivanco, que prefiere la parte más corta de la curva en dólares, especialmente los bonos con vencimiento en 2021 y 2022. “El mercado sigue teniendo posiciones largas sobre Argentina e interpreta las disparadas como oportunidades de salida más que de entrada”: