Los bonos del aeropuerto de México registraron un alza después de que el Gobierno dijera que recompraría una parte de la deuda emitida para financiar el proyecto, ahora cancelado, de US$13.000 millones. El anuncio señala una postura más conciliadora con el mercado por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, que acaba de asumir su cargo.
Los rendimientos de los bonos aeroportuarios con vencimiento en 2047 cayeron 98 puntos básicos a 6,76 por ciento después de que el Gobierno anunciase que recomprará hasta US$1.800 millones de la deuda. El índice bursátil de referencia del país repuntó, mientras que el peso mexicano llegó a avanzar un 1,8 por ciento antes de recortar ganancias.
Los activos mexicanos llevan bajo presión desde finales de octubre, cuando López Obrador usó un referéndum para justificar su decisión de cancelar el aeropuerto, una medida que suscitó preocupación en los mercados a que la retórica populista de campaña del presidente entrante se convierta en realidad política. Los tenedores de bonos del aeropuerto ya habían contratado los servicios de asesoramiento legal de la firma británica Hogan Lovells.
Con el anuncio de ayer, los representantes de Gobierno están señalando que quieren hacer las cosas bien, dijo Luis Gonzali, gestor de Franklin Templeton Investments en Ciudad de México.
La recompra se realizará en forma de subasta, según el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, utilizando los fondos de las ventas de bonos originales. La recompra asciende a casi un tercio de los bonos emitidos por US$6.000 millones, repartidos en cuatro series. López Obrador no hizo comentarios sobre el plan cuando se le preguntó en una rueda de prensa el lunes y dijo que el martes se proporcionarían más detalles.
Es posible que López Obrador esté pisando con más precaución ahora que ha asumido su cargo para evitar desencadenar un default técnico. La cancelación formal del aeropuerto ahora -en lugar de decir que debería cancelarse, como hizo en octubre- podría desencadenar lo que se conoce como un evento de cancelación y obligar al Gobierno a canjear todos los bonos.
Según el plan anunciado, el Gobierno quiere cambiar las condiciones que rigen la deuda para aclarar que el efectivo para el pago de tenedores de bonos provendrá únicamente del aeropuerto. Eso significa que si el Gobierno consigue un apoyo mayoritario de los tenedores de bonos, podría cancelar el proyecto aeroportuario de forma permanente sin preocuparse de pagos acelerados.
El Gobierno está tentando a los inversores a vender sus bonos ahora ofreciendo a los tenedores de bonos una prima de US$50 por US$1.000 de bonos. Los que estén de acuerdo con las enmiendas obtendrían US$7,5 por US$1.000.
Puede que un venta anticipada no tenga sentido, por muy tentador que sea deshacerse de los bonos de riesgo a una prima, según Roger King, analista de CreditSights. Hacer eso significaría renunciar a un asiento en la mesa durante las próximas negociaciones, escribió.
