Al igual que en una operación militar, el proyecto para probar el tráfico alrededor del sureste de Inglaterra en caso de que no se produzca un acuerdo por el brexit comenzó antes del amanecer, y como muchas operaciones militares, se metió en problemas poco después de hacer contacto con la realidad.
El Departamento de Transporte solicitó que se reunieran entre 100 y 150 camiones el lunes por la mañana en un aeródromo en desuso en Kent. Finalmente en el simulacro participaron 89.
Durante el resto de la mañana, los vehículos se trasladaron en convoyes al puerto de Dover y viajaron de regreso en pruebas que, según la Road Haulage Association, tuvieron un alcance demasiado limitado para reproducir las escenas caóticas que podrían presenciarse si el tráfico es detenido por demoras aduaneras después del 29 de marzo.
El ejercicio se realizó para probar la preparación del Reino Unido en caso de que la primera ministra Theresa May no logre la aprobación de su acuerdo para el brexit en el Parlamento y el país salga de la Unión Europea sin un trato que suavice el divorcio.
El impacto en el sistema de transporte, especialmente el traslado de productos en la frontera del Reino Unido, sería potencialmente enorme. Los camiones se trasladan actualmente entre Dover y Calais, a 40 kilómetros de distancia a través del Canal de la Mancha, con un retraso mínimo.
Sin embargo, los controles de aduanas, de ser requeridos, pueden demorar hasta 45 minutos por vehículo, lo que supondría un riesgo de que se genere una congestión en la carretera de hasta unos 27 kilómetros.
